¿A quién hay que ponerle velas en este 2014, quién puede celebrar un siglo o medio siglo de vida? Las efemérides coruñesas del año entrante pasan por el antecedente del observatorio meteorológico, por el impacto en la ciudad de la I Guerra Mundial, la inauguración oficial de la refinería o los albores del paseo marítimo de Riazor.

Hace cien años Javier Ozores Pedrosa era alcalde y la ciudad rondaba los 45.000 habitantes. Estallaba la I Guerra Mundial y sus efectos se dejaban notar también en una urbe envuelta por el mar. Desde la escasez de harina u otros bienes de consumo que llegaban a través del puerto hasta las dificultades de una todavía incipiente industria coruñesa por adaptarse a la nueva coyuntura y a las demandas que llegaban de Europa.

Visitaba Galicia ese año la oronda infanta Isabel de Borbón, hija de Isabel II, con tres días de estancia antes de partir hasta Santiago de Compostela en los que, cuentan las crónicas, recorrió la Fábrica de Tabacos, fue a misa a la Colegiata y paseó por los jardines de San Carlos y la Torre de Hércules.

En 1914 la ciudad celebró la inauguración del primer Observatorio Meteorológico, antecedente histórico del actual, que funcionó en las dependencias del Pabellón Oceanográfico, situado junto al puerto, más o menos donde hoy se ubica la Jefatura de la Policía Nacional. Durante el acto de apertura, en un 7 de mayo, se llevó a cabo una prueba con un globo piloto de 60 a 70 centímetros aproximadamente, llego de hidrógeno, que fue lanzado desde la terraza. Antes, era el instituto Eusebio da Guarda quien venía desempeñando estas funciones. En el año 1930 se inaugura el de Ciudad Jardín.

La memoria de solo medio siglo atrás está más fresca. El gran acontecimiento del año 1964 fue la inauguración de la refinería y la llegada del primer petrolero, pero hay más acontecimientos destacados relacionados con diferentes ámbitos socioeconómicos de la ciudad. Por ejemplo, el fuego que acabó finalmente con la vida de la antigua Estación del Norte, que había sido relegada paulatinamente por la de San Cristóbal.

En ese año, el 28 de agosto, queda inaugurado el germen del gran paseo marítimo de la ciudad, el antiguo andén Orzán-Riazor, que suponía la comunicación entre ambas playas. Edificios emblemáticos de la época tomaban forma. Se inauguraba, por ejemplo, el hotel Riazor, la iglesia de San Pedro de Mezonzo y la iglesia de Santo Tomás en la calle de la Torre. Todos estos inmuebles cumplen cincuenta años, al igual que el primer centro de Aspronaga en Ciudad Jardín, el primero en Galicia de estas características, o el Refugio de San Roque de Afuera. Es el año además de la muerte de Wenceslao Fernández Flórez, cuyos restos fueron trasladados de Madrid a A Coruña por deseo del escritor.