Cáritas es una de las organizaciones de referencia en España en la asistencia a los más desfavorecidos y en 2012 la entidad saltó a los medios de comunicación por haber sido la elegida por la Fundación Amancio Ortega para recibir un donativo de 20 millones de euros.

El pasado año, Cáritas Interparroquial de A Coruña atendió en torno a 2.000 solicitudes de ayuda. El grueso de sus fondos se destinan a ayudar al pago de servicios indispensables para las familias: la renta del alquiler, la factura de la luz, la ropa o la comida. De los 20 millones entregados a la organización de la Iglesia a nivel estatal, el director local de Cáritas, Vicente Iglesias, estima que, anualmente y hasta 2015, 50.000 euros vendrán a la ciudad. "Con esa ayuda se cubrirán en torno a 200 solicitudes de ayuda, lo que beneficiará a muchas familias que, de otro modo, quedarían sin asistencia. La mejora se nota mucho", asegura Iglesias.

Además de la financiación de Ortega, Cáritas Interparroquial recibe fondos de la Fundación Barrié, del Concello y de particulares que, si bien en los últimos años han caído en número, han aumentado la cuantía de sus aportaciones. "Muchos de los que nos ayudaban eran personas mayores que hacían pequeñas ayudas pero que fueron muriendo. Ahora sí, últimamente nos llegan aportaciones espontáneas pero mucho mayores que ayudan a compensar", explica el director.

Desde los despachos de Cáritas, Vicente Iglesias ha percibido bien la destrucción de una clase media de la que presumía España en las últimas décadas y que se vino abajo con el estallido de la burbuja de la construcción. "Muchos de los que hoy atendemos son antiguos empleados o autónomos que vivían del sector inmobiliario y que, ahora con el elevado desempleo, no tiene manera de acceder a ingresos", esgrime.

Cáritas, con todo, no solo destina fondos a ciudadanos sin recursos. Muchos de sus beneficiarios han de pasar por el centro de formación que la entidad regenta en el Barrio de las Flores y con el que se pretende que la persona pueda aprender un oficio para, cuanto antes, poder dejar de vivir de la caridad de Cáritas.

La organización cuenta con una profunda implantación en la ciudad. Cáritas Interparroquial está compuesta por 36 Cáritas parroquiales, que son los oídos de la entidad en la calle. A través de estas pequeñas sedes, derivan a las personas que precisan ayuda a las trabajadores sociales para hacer frente, individualizadamente, a sus problemas económicos.