Hace más de quince meses que la operación Pokemon, la investigación desarrollada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo sobre una trama de corrupción en los ayuntamientos gallegos, hizo acto de presencia en la ciudad. A lo largo de ese periodo de tiempo se han ido sucediendo las actuaciones ordenadas por la juez Pilar de Lara hasta que el pasado viernes se levantó parcialmente el secreto del sumario. Pero la instrucción aún sigue su curso en A Coruña, donde la investigación tiene incluso su propia denominación como Pikachu, aún bajo secreto, por lo que no son descartables nuevas actuaciones en relación con los hechos que analiza la juez. Estos son los principales hitos del procedimiento llevado a cabo por De Lara en la ciudad.

El primer registro. El 11 de octubre de 2012 agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera se presentan en el despacho de la teniente de alcalde Rosa Gallego, responsable de Interior y Contratación, para exigirle la entrega del expediente completo del contrato del servicio de la grúa y la ORA. En los meses anteriores todos daban por hecho en el Palacio Municipal que la Pokemon llegaría más tarde o más temprano a la ciudad, ya que Vendex -cuya sede en la ciudad también fue registrada- tenía en los contratos municipales coruñeses una de sus principales fuentes de ingresos, por lo que la presencia de los agentes de Aduanas no sorprendió a nadie. El propio Gobierno local había enviado previamente a la juez una relación de los contratos que el grupo investigado tenía o había tenido en A Coruña y mostró su disposición a colaborar con la instrucción.

El segundo registro. Más de un año después de su primera visita, el 3 de diciembre de 2013, el Servicio de Vigilancia Aduanera regresa a María Pita y reclama documentación sobre las adjudicaciones realizadas a Vendex en los nueve últimos años, incluida la de la grúa y la ORA, al considerar que no habían recibido todos los datos necesarios en la anterior ocasión. Pero De Lara ordena además el registro de los ordenadores del primer teniente de alcalde, Julio Flores; del concejal socialista y exresponsable de Contratación José Nogueira; del asesor personal de Flores, una consejera del área de Cultura, las jefas de Contratación y Cultura, una técnica de Movilidad y un trabajador ya jubilado que tuvo responsabilidad en la Concejalía de Deportes. La juez envía además de nuevo a los agentes a las oficinas de Vendex.

ELas imputaciones. La bomba cae en el Ayuntamiento el pasado 26 de diciembre: 12 personas reciben la notificación de que figuran como imputadas en el sumario. Además de los ediles Flores y Nogueira aparecen los funcionarios y asesores cuyos ordenadores se habían registrado, salvo una de ellas, así como la directora y un técnico de los Museos Científicos, el director técnico del Acuario, y la administradora y una técnica del Instituto Municipal Coruña Espectáculos. La reacción del alcalde, Carlos Negreira, consiste en exigir a la juez que acabe la instrucción cuanto antes, mientras los concejales implicados muestran su disposición a aclarar lo que les reclame De Lara.

El tercer registro. El pasado 2 de enero el Aquarium Finisterrae es el escenario de una nueva visita de agentes de Aduanas a la ciudad. En esta ocasión efectúan el volcado informático de los ordenadores del director técnico de la instalación, Francisco Franco del Amo, y del técnico de mantenimiento, Manuel Miramontes.

ELas declaraciones. El 3 de enero comenzó el paso de los imputados por el Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo. Los primeros en prestar declaración fueron los funcionarios y asesores, mientras que los dos concejales quedaron relegados a los últimos días. El final del periodo de permanencia de una juez de refuerzo en Lugo obligó a De Lara a demorar unos días las comparecencias de Flores y Nogueira, quienes cuando respondieron a sus preguntas salieron satisfechos del juzgado. El concejal socialista fue interrogado el 21 de enero acerca de contrataciones en el Aquarium y el Ágora y solo estuvo una hora ante la juez, mientras que ese mismo día Dulce Rodríguez, asesora de la concejal de Cultura, tuvo que dar explicaciones a lo largo de tres horas y media. Flores acudió el día 24, al igual que las jefas de Contratación y Cultura, y todos ellos declararon durante largo tiempo. Esos días se supo que la juez había imputado a otras personas al margen del Ayuntamiento por su presunta relación con los hechos investigados.

El levantamiento del secreto. El 31 de enero De Lara desvela parte del sumario y mantiene oculta la instrucción sobre algunos hechos referidos a A Coruña.