"Siento mucho todo lo que pasó y sé lo que está sufriendo su madre y sus hermanas. Nosotros también estamos sufriendo. No me sale de la cabeza lo del chaval. Me pregunto a qué vino a mi casa", manifestó la sospechosa, que aseguró que está a tratamiento psiquiátrico, durante la declaración que prestó ayer ante el tribunal popular encargado de enjuiciar los hechos. "Fue una desgracia muy grande. Una desgracia para mí y para el chaval. Yo no busqué lo que pasó", destacó. Además, subrayó que es "católica, apostólica y practicante" y juró que nunca tuvo intención de ocultar pruebas.