Desde que entró en escena en los plenos el caso Pokemon, con los supuestos delitos de cohecho, blanqueo, tráfico de influencias y prevaricación que salpican de sospechas a concejales, altos cargos y empleados del Ayuntamiento, la sesión de debate de la corporación municipal, con el alcalde a la cabeza, se ha convertido en el cuadrilátero en el que se cruzan reproches, acusaciones, críticas y descalificaciones profesionales y personales en lugar del dialogante espacio en el que se analizan las propuestas consensuadas de los representantes de los coruñeses. Preguntas sin respuestas, peticiones de dimisión, actas incompletas, airadas contestaciones de ediles, grabaciones comprometidas y hasta ataques a la Justicia han caracterizado los primeros cuatro plenos de 2014.

Con este clima, la concordia se parece a un milagro. Por eso el concejal Martín Fernández Prado agradecía este lunes, con un matiz de añoranza, que hubiera existido "un espíritu de trabajo y de nobleza" entre los cuatro grupos municipales para aprobar -solo con la abstención del BNG- la ordenanza de concesión de ayudas a inmuebles para mejorar la imagen urbana. Fue una excepción a la regla, a la costumbre de no debatir las mociones de la oposición, a aludir a herencias envenenadas, a cuestionar la ética de la clase política, a atribuir al contrario desfeitas o chapuzas, a criticar a los jueces o a desacreditar a los concejales de otra ideología.

Enero, antes de declarar ante la juez de la 'Pokemon'. Un mes y medio después de que la instructora ordenase el segundo registro en dos años en el Ayuntamiento para obtener información de los contratos con Vendex y una semana antes de que los concejales imputados, Julio Flores (PP) y José Nogueira (PSOE), compareciesen ante Pilar de Lara, el pleno se agita cuando el portavoz del BNG, Xosé Manuel Carril, pide la dimisión de los ediles sospechosos. Flores, contundente, defiende que su imputación no afecta a su trabajo y acusa a Carril de ventajismo político.

Febrero, después de las escuchas en las que Flores y Nogueira piden trabajo a Vendex. La tensión va por dentro y la Pokemon tarda en aparecer. César Santiso (EU) se confiesa desanimado. Flores, más callado y moderado que de costumbre, lee un texto en el que se queja de que se le "despedaza" por "actuar de forma correcta". Nogueira admite que solicitó a Vendex un empleo para su hermana desempleada. El resto de la oposición reclama transparencia y ética pública.

Marzo, preguntas que el alcalde no contesta. La oposición hace siete cuestiones a Carlos Negreira sobre la relación del Gobierno local con Vendex. El alcalde no responde, lo hacen tres de sus concejales y sin contestar a las preguntas. Además, el concejal popular Miguel Lorenzo, abogado de profesión, censura a De Lara por "tener secuestrada la democracia". EU y PP se acusan de hacer "circo" y no política, después de que Santiso ponga ante un micro grabaciones de la Pokemon en las que se escucha a Flores pedir trabajo para personas al delegado de Vendex en Galicia.

Abril, un acta sin 'Pokemon'. La oposición, salvo el PSOE, censura al secretario municipal por no recoger en el acta las grabaciones puestas por Santiso en el pleno de marzo. Nuevas preguntas sobre el caso tampoco reciben respuesta del PP. En otro asunto, el pago del Concello por una deuda con promotores de Someso, PSOE y PP se culpan del conflicto urbanístico. Flores, por su parte, recupera su vehemencia y carga contra Santiso.

El grupo municipal de Esquerda Unida-Os Verdes estudia emprender acciones legales por la negativa del PP a incorporar en el acta del pleno de marzo la transcripción de las grabaciones que el portavoz César Santiso puso durante la sesión, en las que se podía escuchar al primer teniente de alcalde, Julio Flores, solicitando un empleo al delegado del grupo Vendex en Galicia.

EU se apoya en dos artículos del reglamento del funcionamiento de las entidades locales para reclamar "el deber de recoger sucintamente las opiniones emitidas" en el acta. Santiso protesta porque entiende que el documento que debería haber firmado el secretario del Concello no refleja lo acontecido durante el pleno de marzo al "desvirtuarse el sentido" de su intervención en el momento en el que quiso saber, con la grabación, si Flores se reconocía en el audio.

"El Ayuntamiento sufre una epidemia, la del 'no me reconozco', tremendamente contagiosa. Primero fue el portavoz del Gobierno municipal en sede judicial, después el alcalde en sede plenaria, y ahora el secretario general", denuncia César Santiso. "La mentira en política es un insulto a la ciudadanía, aunque el mayor insulto de este Gobierno es la falta de compromiso moral y social", añade el portavoz de EU.