"Partimos del convencimiento de que es un jardín histórico, por lo que no es un lienzo en blanco", explica Germán Camino, uno de los socios de Paisajes Resilientes, sobre la propuesta presentada por este estudio para la reforma del jardín de La Rosaleda, que fue la ganadora del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento. Camino recuerda que esta parte de los jardines de Méndez Núñez se creó entre los años veinte y treinta y adoptó su forma actual en 1959 tras el viaje realizado por Alfonso Molina a París y Suiza, en el que decidió darle un aspecto centroeuropeo.

Para este experto, el jardín está ahora "casi agotado por su propia evolución y su longevidad", aunque destaca que no se trata de un fallo de mantenimiento, sino que los rosales generan toxicidad en el suelo cuando alcanzan una edad elevada e impiden que crezcan nuevas plantas, por lo que será necesario renovar la tierra de la zona. A esto se añade que en La Rosaleda los olmos casi han desaparecido debido a la grafiosis y que hay ataques de hongos a otros árboles, los pópulus.

"El concurso de ideas fue oportuno en este sentido, porque es como si el ciclo del jardín se hubiera agotado", comenta Camino, quien detalla que los miembros de su estudio analizaron la evolución de La Rosaleda a través del Archivo Histórico Municipal y comprobaron que en el pasado existió un cierre perimetral y paseo por el contorno, mientras que en los años sesenta se redujeron los parterres y se aumentó el número de caminos. "Proponemos en cierto sentido una reordenación del jardín pero manteniendo prácticamente el trazado existente", señala este arquitecto especializado en paisajismo, quien explica que se recuperará el contorno del jardín y se integrarán las palmeras en los parterres, aunque manteniendo la simetría radial del jardín y el trazado de los caminos.

"No se interviene de una manera brusca, sino que se trata de recuperar valores perdidos y adaptarlos a la configuración que planteamos", destaca Germán Camino, quien considera que la reposición del contorno que tuvo el jardín en el pasado le proporcionará un carácter más recogido, ya que ahora le perjudica el viento que procede de Juana de Vega.

Aunque se mantendrán algunos de los ejemplares más viejos de los rosales, la renovación prevé la incorporación de otras variedades, incluidas las que destacan por su olor, aunque se variará la morfología de estas plantas. No se optará por las que suelen ser habituales en Galicia, definidas como de pie alto, sino por otras más bajas, parecidas a las de los jardines ingleses o la rosaleda de Cervantes, en Barcelona, en las que se tiene más en cuenta el aspecto paisajístico. "Planteamos integrar las rosas en este jardín desde diferentes puntos de vista, como el de las masas vegetales, el realce de diferentes puntos o los elementos de olor, ya que ahora solo se utilizan de una manera", detalla Camino, quien recuerda que como la mayor parte de estas especies son caducas, varían con las estaciones y algunas, en invierno, aportan mucho valor paisajístico.

El Ayuntamiento, que prevé invertir 420.000 euros en la reforma, ha confirmado a los ganadores del concurso su intención de llevar a cabo este proyecto de renovación de La Rosaleda este año. Los responsables de Paisajes Resilientes estiman que su ejecución tendrá una duración ligeramente superior a los dos meses, aunque para determinarlo con exactitud será necesario conocer el estado real del jardín tanto en sus ejemplares vegetales como en sus infraestructuras.