El cierre del Puerto protegido por la Dirección Xeral de Patrimonio se conservará en la avenida de Alférez Provisional excepto en la zona en la que se encuentra Palexco y el centro comercial y de ocio. La memoria arqueológica del proyecto del túnel de la Marina indica que la valla, que se suprimió para ejecutar las obras, solo se repondrá "parcialmente" para conseguir "comunicar e integrar" el complejo de tiendas y restaurantes en la zona.

El informe destaca que se conservarán "totalmente" la puerta y las casetas de vigilancia y control, que serán reparadas antes de volver a instalarlas en su ubicación original. Patrimonio autorizó la retirada del tramo de cierra afectado por los trabajos situado frente a Palexco, que mide unos 200 metros, pero dictaminó que sus elementos deberían ser conservados y documentados. La Xunta, por tanto, tendrá que dar el visto bueno a la eliminación de parte de la verja para facilitar el acceso al centro comercial y a Palexco.

La valla está catalogada como elemento de interés histórico. El primer proyecto para cerrar el recinto portuario, según consta en la memoria arqueológica del plan que el Gobierno local ejecutará en la zona, data de 1919. El Ayuntamiento justificó entonces su instalación por la necesidad de aislar el área de servicio del puerto, evitar robos y facilitar el cobro de impuestos. La zona del Puerto situada en Linares Rivas se cerró entre 1921 y 1929, y el resto de la valla, entre la plaza de Ourense y la Marina, se terminó en 1944.

El proyecto del siglo pasado recogía la necesidad de realizar una valla "con ciertas condiciones estéticas" debido a su ubicación, ya que la zona era "muy frecuentada" por la población. El documento arqueológico del plan de la Marina señala que la verja proyectada en un primer momento abarcaba una longitud de más de un kilómetro y tendría una altura de dos metros.

Los tramos desmontados para realizar las obras del túnel están conservados en las dependencias de la Autoridad Portuaria. El cerramiento será repuesto en su tramo inicial en la entrada al vial subterráneo, a la altura del hotel NH Atlántico. La verja, por tanto, servirá para flanquear la carretera de bajada.

El Puerto, el Concello y los responsables del proyecto también decidieron ocultar los restos fortificados que permanecían expuestos bajo una placa de vidrio abandonada en Puerta Real. Los arqueólogos contratados reconocen que la opción puede resultar "contradictoria con la idea de hacerlos visibles para la ciudadanía", pero alegan que hay "serias dudas" sobre su cronología y funcionalidad.