Tras las cortas alegrías del plan Zapatero y la leve mejoría de 2012, el Concello de Vilasantar encara una crisis que afecta a todos los parámetros económicos. No se salva ninguna magnitud. El pleno ha aprobado un plan económico financiero para el ejercicio 2014 con el voto en contra del BNG, que le afea al PP que pretenda revertir la situación con la subida de tasas e impuestos directos a los vecinos.

La memoria del plan económico financiero ofrece un crudo diagnóstico de las cuentas de este pequeño pueblo rural de 1.362 habitantes, que solo podrá ejecutar las inversiones cubiertas al 100% por subvenciones y que destinará el máximo permitido del Plan de Obras y Servicios de la Diputación, el 60%, a financiar el gasto corriente. O lo que es lo mismo, a mantener el Consistorio.

"El Concello de Vilasantar empeora en este último año en todos los aspectos, alcanzando resultados negativos en todas las magnitudes analizadas", recoge la memoria del plan, suscrita por el alcalde, Fernando Pérez. La mejoría de 2012 no logró revertir la situación financiera y el déficit de tesorería "pone de manifiesto graves problemas de liquidez e importantes desequilibrios presupuestarios".

El presupuesto de 2013 se liquidó con un remanente negativo de 89.201 euros. La ratio de liquidez inmediata y solvencia "presentan valores muy por debajo de los valores medios aconsejables". En el plano presupuestario, los datos tampoco invitan al optimismo. Según se desprende de la memoria, Vilasantar ha cerrado 2013 con un saldo no financiero de estabilidad presupuestaria de -73.417 euros. La reducción en los ingresos de capital supera el 95% de los liquidados en 2010. "Esta situación llega a su máximo exponente en 2013, liquidando en concepto de ingresos de capital una cantidad mínima y provocando un grave problema de financiamiento de las inversiones de este ejercicio", concluye el informe.

Del análisis de las operaciones de capital durante el período 2010-2013, el Concello constata una "drástica disminución de las cifras en 2011 y una trayectoria descendente en los años siguientes llegando en 2013 a una situación insostenible, donde los ingresos de capital no llegan a cubrir el 33% de las cantidades invertidas en el ejercicio".

Las erróneas previsiones de ingresos con transferencias y el incumplimiento de la regla de gasto han obligado al Concello a aprobar un plan económico-financiero y a subir impuestos y tasas. Toca apretarse el cinturón. "El Concello deberá desarrollar en los próximos años una política muy austera en el gasto corriente y desarrollar solamente las inversiones con una financiación asegurada al 100%", recoge el plan. El BNG acusa al PP de llevar al Concello a esta situación y "castigar" ahora a los vecinos.