Agentes del Cuerpo Nacional de Policía desalojaron ayer por la mañana sin incidentes a los jóvenes, alguno de ellos menor de edad, que desde hace tres semanas ocupaban el edificio número 38-40 de la calle Adelaida Muro, que se encuentra deshabitado desde su construcción. Los okupas, uno de los cuales dormía cuando los policías entraron, abandonaron el inmueble sin oponer resistencia, por lo que no se practicaron detenciones, y se llevaron consigo los enseres que habían instalado en los últimos días en las viviendas, en las que no residían de forma regular, sino que acudían a ellas de forma esporádica, en especial los fines de semana.

Fueron las protestas de algunos vecinos por el ruido generado por estos jóvenes las que dieron a conocer su presencia en el edificio, aunque otros residentes en la zona manifestaron ayer que los muchachos no habían causado molestias. El Ayuntamiento concedió en 2005 licencia a la promotora Promar Orzán para levantar este inmueble, que cuenta con cinco plantas y diez viviendas. Pese a que llegó a terminarse, nunca fue habitado y la empresa, que entró el año pasado en concurso de acreedores, figura como extinguida en el Registro Mercantil.

Tras comprobar que los ocupantes no habían causado daños en las viviendas, los responsables del edificio, que no presentaron denuncias contra los jóvenes, ordenaron ayer a unos técnicos el corte del suministro eléctrico con el fin de dificultar que vuelva a ser ocupado de forma ilegal. Los okupas aseguraron que los policías les conminaron a desalojar el inmueble sin mostrarles una orden judicial, pese a lo cual decidieron obedecer sus instrucciones.

En el portal del edificio podían verse algunos de los objetos que los jóvenes habían transportado a las viviendas. El padre de uno de estos muchachos no tuvo reparos en ayudar a su hijo ayer a llevarse el televisor que había instalado en uno de los pisos.