La inteligencia tecnológica se propaga por todos los ámbitos de la vida cotidiana con fines tan loables como el de fomentar consumos de energía más ahorrativos o prevenir situaciones de riesgo por el uso -o el mal uso- de aparatos eléctricos, como electrocuciones o incendios. A estos objetivos apunta el smart socket, un enchufe inteligente ideado por el investigador coruñés del Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Citic) de la Universidade da Coruña (UDC) Tiago Fernández Caramés, quien junto a un equipo de casi una decena de personas ha desarrollado su invento en los últimos tres años y solicitado ya la patente.

Para hacer la vida más fácil y segura, el enchufe inteligente se presenta ante el consumidor como una eficiente herramienta que se puede controlar desde un teléfono móvil, una tablet o un ordenador. "La idea surgió para cumplir con dos funcionalidades básicas: evitar electrocuciones que se pueden producir cuando los niños meten los dedos en un enchufe o cuando un cacharro provoca un cortocircuito, y proteger el sistema eléctrico cuando como mínimo te quedas sin corriente en casa o se cae el diferencial o arde un electrodoméstico", explica Tiago Fernández.

Ni a nivel comercial ni en el campo de la investigación encontraron los expertos del Citic en ningún país un aparato que reuniese estas dos finalidades, solo diseños teóricos o sistemas eléctricos centrados en uno de los objetivos. "Por eso desarrollamos la idea, pedimos la patente e hicimos público todo", cuenta el jefe de la investigación, a la que contribuyó en el último año un proyecto de fin de carrera del alumno de Informática Rafael Constenla evaluado con matrícula de honor.

El prototipo del enchufe inteligente no es más que una placa electrónica que va conectada a un enchufe normal. "Tiene una regleta de la que sacamos pequeños cables para controlar la corriente, de manera que el enchufe decide cuándo la deja pasar o no, y otro cable que es un lector metido dentro del enchufe", detalla Fernández, también profesor -"de más de una materia de cacharrada", bromea- de la UDC.

La implantación de este novedoso enchufe permite a sus usuarios establecer de forma remota una agenda para encender o apagar aparatos a una determinada hora; cortar la corriente; configurar el sistema para enviar alertas para detectar el sobreconsumo de un aparato; o programar el sistema de calefacción. "Hoy en día hay aparatos programables, pero la gran mayoría no tienen esa inteligencia adicional que se les puede añadir con este enchufe sin la necesidad de comprar un aparato nuevo", comenta el investigador del Citic.

Para evitar males mayores, el enchufe tiene medidores internos de corriente que controlan los patrones de consumo. Cuando estos llegan a picos altos que rebasan el umbral máximo indican que pueden originarse incendios o cortocircuitos, de modo que se corta la corriente automáticamente. "La clave está en detectarlo lo suficientemente rápido para que no se produzca el daño".