Los restos del Mar Egeo siguen saliendo cada año del fondo del mar, junto a la Torre de Hércules, a bordo de un buque de apoyo y salvamento. Las tareas de retirada y desguace que este año realiza la tripulación del Mimar Cinco se iniciaron esta semana, pero un día después de levar anclas y regresar a puerto con unas cinco toneladas de piezas del casco del petrolero hundido en la costa coruñesa en 1992, el barco tuvo que volver ayer a tierra toda la jornada para que se reparase la bomba hidráulica y esperar a hoy para volver al mar.

No es la primera vez que el Mimar Cinco realiza estas operaciones, contratadas a la empresa Desguaces Petrallo, aunque desde hace catorce años se le han encargado a otras firmas y barcos. Suele ser por estas fechas cuando inician los trabajos, que duran hasta finales de septiembre. Pero no todos los años pueden salir al mar cada día, ya que las condiciones de la marea y el clima en la zona donde el Mar Egeo encalló hace 22 años se lo impiden.

Al final de una temporada de trabajo la tripulación recoge unas 600 toneladas de restos del petrolero, cuenta el dueño de Desguaces Petrallo, José María Sánchez Mouzo. Cinco personas forman su equipo y cuatro son submarinistas de Hermanos Tajes que bucean la escarpada costa para recuperar pedazos de la fatídica historia naval coruñesa.