Varios miembros de la plataforma Stop Desahucios han explicado hoy ante el juez que el responsable de Servicios Sociales del Ayuntamiento de A Coruña, José Luis QuintelaServicios Sociales del Ayuntamiento de A Coruña José Luis Quintela, profirió insultos contra ellos y trató de manera vejatoria a una persona desahuciada cuando fueron a hablarle del caso.

El portavoz de Stop Desahucios, Héctor Tejón, ha relatado que en el juicio oral celebrado hoy, aplazado desde el pasado 26 de febrero, han confirmado lo que habían comentado en su demanda contra Quintela por "injurias y vejaciones".

La situación se produjo cuando Elisabeth Sanlés, que iba a ser desahuciada, acudió a la sede de Servicios Sociales con varios miembros de la plataforma a los que, presuntamente, Quintela llamó "fascistas" y "totalitaristas", además de "subnormal" y "tonto" en algún caso.

Entonces también reveló, según la denuncia, datos personales de esta mujer, que finalmente fue desahuciada, durante una discusión airada y delante de terceras personas, algo en lo que también se han ratificado hoy en un proceso que duró en torno a una hora.

Según ha indicado Tejón, el responsable de Servicios Sociales ha negado los hechos en una acción que ha calificado de "mentira" cuando intentó "victimizarse", pues "realmente la víctima es la persona a la que desahuciaron, que salió con una mano delante y otra detrás".

En la plataforma creen que con la presunta revelación de datos confidenciales el edil podría estar incurriendo en una infracción muy grave, algo que tendrá que valorar el juez ahora que está visto para sentencia.

Durante el juicio, en torno a una treintena de personas han arropado a sus compañeros desde fuera del edificio de los juzgados y han denunciado que Servicios Sociales no cumple con sus funciones, pues es Stop Desahucios la que ayuda "a las personas en riesgo de exclusión social", ha enfatizado.

Desde el Ayuntamiento de A Coruña han eludido valorar este asunto ante el que, cuando se iba a celebrar el primer juicio, Quintela explicó que entonces sufría "una trombosis venosa profunda, estaba con muletas" y aunque prácticamente no se podía mover, no dejó de ir "en ningún momento a trabajar".

Su departamento trabajaba, según sus declaraciones, en tres frentes en el caso de Sanlés, el de mediación familiar, el de intervención con el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) y el de la paralización del desahucio.

Aquel día "entró un tropel de gente" en la oficina donde trabaja y una persona empezó a gritar "¿Qué hiciste?, ¿qué hiciste?", por lo que Quintela trató de "tranquilizarla" y, al acceder a su despacho, el numeroso grupo lo siguió y esa persona insistió: "¿Qué hiciste, desgraciado? Anda, que un buen pufo habrás dejado en Intermón".

El responsable de Servicios Sociales, que había dirigido durante catorce años Intermón en Galicia, reaccionó de inmediato ante tal acusación e hizo salir a todos los que habían entrado en su despacho.

"¡Fuera de aquí! ¡Fuera de aquí! Estos son métodos fascistas y totalitarios. Esto es una vergüenza. Voy a llamar a la policía", les dijo entonces, y cuando la propia Sanlés replicó que ella no saldría porque es una persona vulnerable, él le contestó que "mejor no hablar de eso" porque "incluso" sabía que "parte de los datos que había dado no son ciertos".