La experiencia piloto de las rutas escolares seguras llega a su fin por este curso. Los alumnos del colegio público Concepción Arenal han sido los primeros en participar en este programa que se extenderá a otros cuatro centros de enseñanza el próximo año. San Francisco Javier, Sagrada Familia, Labaca y Wenceslao Fernández Flórez serán los siguientes en experimentar el proyecto de las Ancas (Asociación de Niños y Niñas Caminantes por un Ambiente Sostenible).

Los escolares siguen unos caminos señalizados con ranas para poder ir desde su colegio hasta sus diferentes hogares. El programa pretende fomentar la seguridad vial y la convivencia de coches y peatones. La delegada de Stop Accidentes en Galicia y Asturias, Jeanne Picard, fue la encargada de guiar el acto, que se celebró ayer en el colegio Concepción Arenal para celebrar que los jóvenes estudiantes ya saben de "seguridad vial" y que el próximo curso ya podrán "hacer las rutas solos" después de haber aprendido las normas básicas para desplazarse por las calles de la ciudad. "Sois un ejemplo para los que vienen", señaló la delegada. También estuvo acompañada por la concejal de Movilidad, Begoña Freire, que tuvo tiempo para charlar con varios de los participantes en el programa antes de que empezase el acto con los escolares.

Jeanne Picard explicó que el objetivo de las Ancas es "hacer de A Coruña una ciudad más segura" para todas las personas que tienen que usar las calles de la ciudad, tanto como peatones como conductores. "A veces los mayores no respetamos las normas y espero que nos llaméis la atención para que corrijamos nuestras conductas", comentó. Begoña Freire felicitó a los alumnos del programa, al que se incorporarán "otros cuatro centros".

Los estudiantes que han usado las rutas escolares seguras este curso recibieron un chaleco reflectante y un diploma conmemorativo como recuerdo por haber sido los pioneros en el proyecto. El acto concluyó con un grito colectivo de "¡Vivan las Ancas!".