Los desperdicios de la noche de San Juan aumentaron un 168% en los últimos diez años. En 2004 la celebración generó nueve toneladas de basura, según los datos ofrecidos entonces por el Ayuntamiento, frente a las 180 toneladas que recogieron este año de los arenales coruñeses los servicios de limpieza. La fiesta de hace una década se vio afectada por la lluvia, que cayó de forma intermitente durante toda la noche, por lo que muchos vecinos optaron por renunciar a hacer las hogueras en las playas y refugiarse en los bares del centro.

La asistencia en 2004 fue muy inferior a la del año anterior, lo que se reflejó en la recogida de basura. De hecho, la celebración de San Juan originó nueve toneladas menos de desperdicios en 2004 que en 2003. A las 12.00 horas la concesionaria de la limpieza había adecentado todos los arenales de la ciudad, mientras que este año las tareas se prolongaron hasta alrededor de las 15.30 horas.

De hecho, algunos vecinos protestaron porque durante toda la mañana las máquinas estuvieron trabajando en los arenales. Riazor fue una de las primeras playas que pudieron utilizar los bañistas, mientras que el Orzán permaneció cerrada al público durante toda la mañana. Muchos curiosos se acercaron al paseo marítimo para observar los trabajos de recogida de los desperdicios, que estaban esparcidos por todas las playas.

En 2004 el servicio de limpieza, tanto de recogida de basura como de mantenimiento de contenedores, estuvo integrado por 74 operarios y el coste fue de 55.000 euros. El operativo establecido durante la noche, al igual que el de este año, tiene entre sus objetivos impedir la entrada en los arenales de mobiliario urbano y de otros enseres. Hace una década, según indicó el Concello, se quemaron en toda la noche 12 contenedores ubicados en las playas y destinados al depósito de vidrio y otros elementos inorgánicos.

El Ayuntamiento informó este año de que se generaron 20 toneladas más de basura que en 2013, 180 toneladas. La asistencia, según las mismas fuentes, fue la misma que el año anterior: 140.000 personas. Algunos vecinos, sin embargo, señalaron que los arenales estaban menos llenos de lo habitual debido a que llovió durante la tarde.

Los cuerpos y fuerzas de seguridad calificaron la noche de "muy tranquila", al igual que el área de Seguridad Ciudadana del Concello, que hizo un balance "positivo" por el "civismo y la colaboración ciudadana". Un dispositivo de 135 personas, entre operarios, conductores, capataces y técnicos -un 12% más que en 2013, según el Ayuntamiento-, junto con 57 máquinas, consiguieron tener limpias todas las playas de la ciudad a las 15.30 horas, es decir, tres horas y media más tarde que hace una década.