Las obras de renovación del paseo marítimo coruñés que se llevan a cabo dentro del plan de reordenación del borde del litoral y en las que el Concello ha invertido 1,6 millones de euros han incluido hasta el momento la renovación del paseo entre las Esclavas y la fuente de los surfistas, la remodelación de la coraza del Orzán, la renovación desde la plaza de Portugal a la calle Pondal y el tramo entre la calle Sol y Matadero. La siguiente fase, adjudicada por 668.525 euros, comenzará después del verano. Se trata de mejorar los accesos a la playa de Riazor. La sexta y última fase del proyecto, que se encuentra en fase de redacción, consistirá en mejorar la eficiencia del alumbrado en el paseo marítimo.

La UTE Ogmios Proyecto y Operis Obras y Mantenimiento se hará cargo de los trabajos tras ser elegida entre más de veinte propuestas presentadas. La actuación incluirá un mirador para salvar el desnivel entre el paseo y la playa y mejorar la accesibilidad al arenal.

El proyecto incluye la sustitución de las duchas y de los Lavapiés ubicados junto a las calles Modesta Goicouría y Pondal, además de la eliminación de la balaustrada y de las 21 columnas que se encontraban sobre esta estructura en el tramo entre la coraza y el punto de acceso más próximo a la playa de Riazor, donde se proyecta una barandilla de bronce.

En la zona también se colocará una rampa de hormigón impreso con una pendiente del 6% para sustituir una de las escaleras de acceso a la playa mientras que otra escalera se modificará para que sea perpendicular al muro del paseo.

En el acceso más próximo a la calle Pondal, se modifica la rampa para que la pendiente pase del 18,5% al 6% de desnivel. Además, la escalera también se modifica para que sea perpendicular al paseo.

El objetivo es facilitar, según explica el Concello en un comunicado, la visión del mar desde el propio paseo y favorecer la accesibilidad a la playa y poner fin a las barreras arquitectónicas del pasado.