La decisión del Gobierno central de suspender el tráfico de contenedores en la estación de mercancías de San Diego suscita el rechazo de los grupos municipales del BNG y Esquerda Unida (EU), quienes alertan de la repercusión que tendrá esta medida para la actividad del puerto coruñés. Para los nacionalistas, esta iniciativa supone "matar las posibilidades" del puerto interior como punto de entrada y salida de contenedores, tráfico que genera un elevado valor añadido.

El BNG interpreta la eliminación de esta modalidad de transporte de mercancías como una "consecuencia de la privatización de Renfe", ya que la compañía redujo de forma progresiva este servicio, que pasó de hacerse cada tres días a solo en una ocasión por semana. Con este cierre, se impide acometer además el proyecto del Puerto de contar con una terminal moderna en el muelle del Centenario.

Esquerda Unida considera la supresión de los contenedores de San Diego como un "disparate" y exige al alcalde que luche por recuperar esta conexión ferroviaria. La formación calcula que este tráfico puede llegar a generar 3.500 puestos de trabajo y reclama inversiones para que la ciudad pueda explotar todo su potencial con este medio de transporte, así como su aprovechamiento en las comunicaciones de la comarca.