El servicio municipal de bicicletas, Bicicoruña, perdió durante el año pasado 462 usuarios, un 16%, y se utilizó 4.464 veces menos que durante el ejercicio anterior. De los 2.869 registrados que había en 2012 se bajó a 2.407, algo que, sin embargo, apenas ha afectado a las veces por día que se utiliza este medio de transporte municipal.

Los 440 usos diarios que se registraron en 2012 (por 2.869 ciclistas) fueron solo una decena menos en 2013, a pesar del descenso en 462 socios. Según estos datos, hay menos clientes registrados en el servicio municipal que en el ejercicio precedente pero utilizan más este servicio.

Estos datos los recoge la memoria anual de la Empresa Municipal de Vivienda y Servicios (Emvsa), que es la empresa pública encargada de gestionar el dispositivo. Muy diferentes eran, sin embargo, las cifras que aportaba el Gobierno local en junio de este año sobre el balance de Bicicoruña de 2013, en el que dijo que los usos habían subido hasta los 170.000 durante ese ejercicio, un número que reduce la empresa municipal en su documento de resumen de gestión.

El Gobierno local anunció en junio que tenía la intención de ampliar el servicio hasta que no hubiese más de medio kilómetro entre las paradas de Bicicoruña. Su plan de expansión cuenta con poner 40 bicicletas en Elviña y Paseo de los Puentes este verano, empezar en octubre con treinta anclajes en el Ágora y en el castillo de San Antón y, ya en febrero de 2015 -a tres meses de las elecciones municipales-, rematar con treinta bicicletas en la plaza de Galicia y en Adormideras. Con estos siete nuevos puntos de recogida y devolución se pasaría de 19 a 26. Bicicoruña se utiliza más durante los días de buen tiempo y Emvsa ha modificado el horario durante el verano. Empieza a las 07.30 horas y se cierra a la diez y media de la noche.