Casi diez meses después de que el alcalde anunciase que el edificio en desuso del Gobierno Militar se convertiría "lo antes posible" en un centro cívico para los vecinos de la Ciudad Vieja y en un inmueble de utilidad cultural, el Ejecutivo municipal aprueba en Junta de Gobierno la cesión gratuita del Ministerio de Hacienda al Ayuntamiento para llevar a cabo la reforma necesaria de la instalación. Al antiguo palacio de origen nobiliario y de usos militares, se desplazó ayer Carlos Negreira para detallar los trabajos más urgentes, con los que se rehabilitará el edificio para que pueda tener funciones sociales. Le acompañaron tres concejales, pero ningún representante vecinal del casco histórico.

El calendario establece que el acondicionamiento del futuro centro cívico saldrá a licitación en agosto, las obras comenzarán a finales de año y la apertura se prevé para el primer trimestre de 2015, poco antes del final de la legislatura. El presupuesto total es de 541.000 euros, de los que 300.000 se reservan para los trabajos de este año, que afectarán al pabellón norte del inmueble.

Unos 700 metros cuadrados de la superficie total de los 3.800 que tiene el edificio se destinarán al centro de reunión y actividades para los vecinos, "una vieja demanda" que recordó ayer Negreira. Los más de 2.500 metros cuadrados restantes estarán dedicados a "usos culturales", aspecto sobre el que el alcalde no aportó esta vez más información, aunque en octubre del año pasado, cuando anunció que la instalación reabriría para su nueva etapa, comentó que acogería en su interior el Instituto José Cornide, la institución que guarda el vasto legado del intelectual y político coruñés Salvador de Madariaga.

"El edificio está en buenas condiciones, su estado es satisfactorio y la reforma es pequeña, no requiere una gran inversión. Lo que necesita fundamentalmente es un acondicionamiento", subrayó Negreira, que recordó que esta cesión del Gobierno central al Concello se suma a las de otros espacios para acoger la biblioteca del Consulado o un centro de ocio en la Fábrica de Armas.

Un equipo de arqueólogos encabezado por Tito Concheiro comenzó hace una semana a inspeccionar el edificio abandonado desde el año 2009 y a excavar en su suelo. Los trabajos dejaron al descubierto dos enlosados en la planta baja, uno en el recibidor y otro en una sala lateral. Ambos son de la época moderna-contemporánea, y uno de ellos está muy alterado por las redes fecales correspondientes a los siglos XIX y XX. Tras los sondeos y los análisis realizados este mes y en las semanas siguientes los informes se remitirán a la Xunta para su aprobación definitiva antes de que comience la reconversión del edificio en centro cívico y cultural.

Las obras, en principio, no comprenden trabajos específicos en la cubierta o en la fachada, donde el único servicio que ha prestado el inmueble en estos cinco años de inactividad ha sido como soporte de las cámaras de vigilancia del Ministerio de Defensa.

El antiguo Gobierno Militar data del siglo XVII y desde su puesta en pie fue sede del veedor -el antiguo inspector encargado de hacer inventario en edificios públicos-, Intendencia, Audiencia Militar, Capitanía General y Gobierno Militar. Además tuvo retenes y viviendas para personal militar en su laberíntico interior de habitaciones, oficinas y salones.

Cuando el edificio quedó en desuso, el anterior Gobierno municipal apostó desde comienzos de 2009 por convertirlo en la sede del Centro de Interpretación y Recursos de la Cultura Europea (Circe), proyectado por el entonces ministro de Cultura, César Antonio Molina. Pero el proyecto, en el que el bipartito se volcó al principio, sufrió después demoras en su tramitación y languideció hasta que la futura utilidad del inmueble quedó olvidada. Ahora, la antigua instalación de la Ciudad Vieja aguarda por una vida nueva.