Fernando Peña es el director de la Oficina de Relaciones Internacionales de la Universidade da Coruña y el coordinador de la escuela de verano que ofrece una formación intensiva que equivale a la de una asignatura de una carrera. Relata cómo ha transcurrido.

-¿Cuántas solicitudes han recibido en total para participar en los cursos?

-Hay que distinguir entre las solicitudes con beca y las que no la tienen. Nosotros ofrecíamos 30 becas que solo cubrían el alojamiento y la comida a estudiantes de países con rentas más bajas que España. Y de esos países recibimos unas 300 solicitudes únicamente para optar a tener beca. Obviamente solo teníamos 30 becas, por lo cual solo podíamos dar esas que teníamos y muchos se quedaron fuera. Pero esto al final demuestra el atractivo que tiene la universidad si apoyas un poco. La beca sola no te permitía venir hasta aquí si no tenías recursos económicos porque tenías que pagar tú varias cosas. Había una serie de gastos que tenías que hacer igual como es el propio viaje para venir a España. En cuanto a las solicitudes sin beca, recibimos unas 200 en un principio.

-¿Cuántas peticiones han recibido de alumnos españoles?

-De estudiantes españoles nos llegaron 60 solicitudes y nos hemos quedado con 45 en total. De los cuales, 43 de ellos son gallegos, básicamente de la propia Universidade da Coruña. Los otros dos son de otras regiones españolas.

-¿Los alumnos extranjeros de qué países son?

-Los países que más estudiantes han aportado son Alemania, Italia, Rusia, Ucrania y Portugal.

-¿Qué abarcan los cursos que ofrecen a los estudiantes con esta escuela de verano?

-Al final nos quedamos con 15 o 16 cursos. Abarcan todas las disciplinas, tanto la ciencia, la tecnología o las ciencias sociales. Pero si hay que destacar por su número algunos, la mayor parte de los cursos son sobre ciencias sociales.

-¿Los profesores de los cursos también son extranjeros?

-Todos son extranjeros. Son profesores de universidades europeas y también americanas. Naturalmente la mayor parte de ellos imparten la docencia desde la perspectiva de sus análisis y con los métodos particulares que emplean habitualmente a la hora de ejercer la docencia en sus lugares de origen.

-¿Cuánto tiempo han tardado en preparar la escuela de verano?

-Llevamos trabajando desde enero de 2013. Ahí fue el momento en el que empezamos a buscar profesores interesados. El año pasado tuvimos un proyecto piloto, que llamamos curso de inmersión en política, sociedad y economía en Europa. Fue un curso único en el que había 6 o 7 profesores extranjeros, cada uno venía 3 o 4 días a dar una serie de seminarios sobre un tema diferente de actualidad europea. Lo organizamos en un par de meses y tuvimos mucho éxito, tanto de profesores que querían venir como de estudiantes que vinieron. Tuvimos a 25 durante dos meses y medio. Para nosotros fue un acicate para la universidad y la ciudad a pesar de que es poco conocida a nivel internacional.

-¿Qué ofrecen los cursos a los participantes?

-Los cursos de la escuela de verano ofrecen una formación intensiva durante tres semanas que equivale a lo que en el Espacio Europeo de Educación Superior es una asignatura de un grado normal. Por tanto, el estudiante puede obtener un curso de su carrera y de su especialidad en su país de origen. Esto mismo lo hacemos en la UDC, los estudiantes pueden convalidarlo por asignaturas optativas.