El aumento preocupante de robos en viviendas este año, acentuado sobre todo en el verano, ha disparado la demanda en las empresas de cerrajería de la ciudad hasta niveles inauditos, muy altos en comparación con otros periodos en los que también se produjeron asaltos en pisos. "Tenemos más trabajo. Diría que la demanda de mejores cerraduras, con bombillos de alta calidad, ha crecido un 200% respecto al verano pasado", calcula Carlos Rey, responsable de la empresa especializada Herrajes Rey, en A Grela-Bens.

Víctimas de estos delitos y también ciudadanos previsores ante la oleada de denuncias han llamado a los cerrajeros en los dos últimos meses para cambiar la cerradura por otra mucho más segura o para instalar una puerta imposible de echar abajo por los ladrones. Entre 15 y 20 nuevas cerraduras más resistentes colocó Herrajes Rey el verano de 2013; la cifra se eleva a unas 60 un año más tarde.

Puertas de máxima seguridad o acorazadas también se están encargando en mayor cantidad que otros años, aunque su demanda no es tan elevada como la de las cerraduras con cilindros de alta gama. Influye el precio, y no todas las familias pueden permitirse gastos extra: cambiar un sistema convencional de apertura y cierre por uno más seguro puede costar entre 100 y 140 euros más IVA; reemplazar la puerta por otra más segura llegaría a un mínimo de 1.500 euros.

"Robos en casas siempre los ha habido". En eso coincide Rey con las autoridades que en los últimos días admitieron un aumento de robos pero sin considerar que A Coruña estuviese sufriendo una oleada, entre ellas el portavoz del Gobierno municipal y primer teniente de alcalde, Julio Flores. "Nunca hubo tantos asaltos de golpe como ahora", añade José Antonio Grela, jefe de la firma Central Cerrajeros. La actual "es la oleada más grande" que estos profesionales recuerdan desde que abriesen sus empresas. "Antes la entrada a los pisos era con violencia, ahora los ladrones entran con mucha facilidad", compara Rey, con el negocio activo desde hace 25 años. "Y son muy precavidos, se mueven de un barrio a otro", comenta Grela, quien admite haber trabajado más estos días en Os Mallos.

Los bombillos de mayor seguridad que suministran estas empresas tienen unas características técnicas que consiguen disuadir a los ladrones de bandas especializadas en asaltar pisos, como las que durante este año se están llevando dinero y joyas en la ciudad. "Son antirrotura, antiganzúa, antibumping y para llaves que no se pueden copiar", resume Rey.

La técnica del bumping que utilizan los asaltantes consiste en abrir los cilindros con un sistema de golpes al bombillo haciendo saltar su mecanismo interno y vulnerando así la cerradura. Con el antibumping, la mecánica interna de la puerta queda inmovilizada y anula este método de apertura.

Otros modelos de nueva cerradura tienen sensores que autorizan o desautorizan el uso de las llaves desde un software. "Hasta ahora casi todos los bombillos eran iguales, pero los hay diversos y la gente se preocupa por consultar modelos porque ha tomado conciencia de que no se puede tener una cerradura de baja calidad", explica Carlos Rey, quien subraya que "no hay una llave maestra que pueda abrir todos los bombillos".

Cambios por desgaste

Para evitar sustos y desalentar a los ladrones de pisos, los profesionales de la cerrajería recomiendan cambiar los bombillos al cabo de ocho o diez años aunque funcionen bien. "El latón interior se desgasta y los muelles de la cerradura se fatigan", explica Rey. Añadir un cerrojo a la puerta, una segunda cerradura, "nunca está de más", apunta José Antonio Grela. El precio -así como el tiempo de instalación- no es fijo, depende de la moldura, el grosor, el marco y otras características de la puerta. Pero cambiar cilindros y añadir cerraduras o cerrojos "no garantiza por completo que no vayan a entrar los especialistas en robar pisos", alerta no obstante este cerrajero.

Las puertas acorazadas ofrecen una seguridad mayor a quienes apuestan por instalarlas, están homologadas y hechas a prueba de vándalos. "Vale la pena", recomienda Rey. Algunos usuarios creen que una puerta como estas es antiestética, pero los cerrajeros precisan que, además de instalarse en pocas horas, "no son feas". Las de uso residencial son las que ahora tienen una demanda más alta.