Doce familias de la zona prevista para la edificación del Parque Ofimático de A Coruña continúan con sus movilizaciones "si ninguna solución" y con riesgo de desahucio, pues seis ya han recibido un aviso que marca como tope mediados de septiembre.

La avenida de Alfonso Molina ha vuelto a ver hoy, a las 14 horas, a los residentes que quedan en la zona y que están pendientes de qué sucederá con sus viviendas, en una zona donde está proyectada la edificación de nuevas instalaciones.

Una de sus portavoces, Pilar Santiago, ha explicado a EFE que la concentración, que continúa a todas las que se hacen cada semana desde hace meses, se ha desarrollado con la presencia de tres furgones de antidisturbios de la Policía Nacional y un todoterreno de la Policía Local.

De los doce que quedan sin desalojar, los que todavía se manifiestan son los cinco que residen en el margen derecho, un área destinada a equipamientos pero que creen que de momento no va a tener ningún uso, por lo que consideran innecesaria su desalojo.

"Seis ya han recibido las cartas con la orden de desalojo en las que les avisan de que tienen un mes para marcharse de sus casas y si no lo hacen serán desahuciados. El resto es cuestión de tiempo que la recibamos", ha relatado.

Los afectados no entienden que en una ciudad "con 20.000 viviendas vacías se quieran construir otras 2.000" y por eso ven todavía menos necesaria la edificación del Ofimático.

"Estamos al límite, no tenemos casa y tenemos deudas. Nos incautan nuestro patrimonio que está exento de cargas. La valoración de las casas deja a un 98% de endeudados, fue muy a la baja, con 45.000 euros para algunos, y gastos de urbanización que se acercan a los 300.000 euros", ha añadido.

De hecho, ha afirmado que la Xunta de Galicia "puso a la venta su parcela y no hay quien se la compre" por lo que piensan que en cualquier caso saldrán perdiendo.

Cree que el dinero que ofrecen sus nuestras casas no pueden comprar otra, como mucho irnos a las afueras y tener otra más pequeña y si se añaden los gastos de la urbanización ya están con severas deudas.

"No plantean ninguna solución real, lo que venden es humo. Uno de los desalojados se suponía que tenía una respuesta, pero ahora no tiene su casa y está viviendo en un piso de alquiler en otro ayuntamiento", ha terminado.