Hace una década la Universidade da Coruña ya buscaba fórmulas para abaratar el coste de los billetes de autobús a los estudiantes. El entonces rector, José María Barja, reclamaba que el campus se integrase en el plan de transporte comarcal que negociaba la Xunta con los ayuntamientos de A Coruña, Cambre, Culleredo, Arteixo y Oleiros para que los usuarios pudiesen viajar por estos municipios con un solo billete. La institución académica insistió durante años en la necesidad de facilitar el transporte entre las localidades fronterizas con A Coruña y los campus.

La Universidad se quedó fuera del convenio y, en la actualidad, exige mejoras en el servicio que la Compañía de Tranvías presta a los alumnos. El rector, Xosé Luís Armesto, asegura que si los autobuses mejorasen sus frecuencias, redujesen su precio y llegasen al campus líneas que antes pasasen por los barrios, los universitarios viajarían en transporte público en lugar de en coches particulares, por lo que se solucionarían los problemas de aparcamiento de los campus. Para el Rectorado es clave que haya más de una línea y que circulen por los barrios.

Los estudiantes que viajan en autobús urbano para ir a Elviña o A Zapateira y que tienen una beca de la Universidad, cuentan con una rebaja en el precio del servicio de un euro por viaje en relación con el precio general del billete. El sindicato Comités, sin embargo, denuncia que "apenas el 10%" de los universitarios cumple con los requisitos requeridos para obtener bonificaciones. La comunidad universitaria exige al Concello que tome medidas para facilitar el uso del transporte público.

Una de las promesas electorales del alcalde fue la de la puesta en marcha de una tarifa plana mensual y de un abono familiar para los usuarios del autobús. Tras más de tres años de Gobierno, nada se sabe de estas promesas. Lejos de abaratarse el servicio de transporte, el billete sencillo se ha encarecido hasta los 1,30 euros, al igual que el bonobús. El precio del bus se calcula teniendo en cuenta una fórmula incluida en el contrato de la concesión con Tranvías -firmado en 1986 con el socialista Francisco Vázquez en la Alcaldía-. En el primer semestre de Gobierno del Ejecutivo de Negreira se aceptó la subida del precio del billete de 1,15 euros a 1,20 euros. El alcalde desechó la idea de modificar la concesión por las "elevadas indemnizaciones" que tendría que afrontar.