Dos de los tres presuntos ladrones que se llevaron ayer, a plena luz del día y a punta de pistola, treinta relojes de la joyería Calvo, en la Rúa Nueva, valorados en 150.000 euros, han sido detenidosDos de tres presuntos ladrones joyería Calvo Rúa Nuevadetenidos. La Policía Local localizó a uno de los atracadores en la calle Vista y al otro lo sorprendió en la playa del Orzán, cuando intentaba esconder el botín en el arenal. Lo hizo con la ayuda de un guardia civil coruñés que no estaba de servicio, ya que está destinado en Galdácano (Vizcaya), y gracias al trabajo de los agentes de la sala de pantallas, que siguieron la pista al huido a través de sus cámaras de vigilancia, cuando iba por el paseo marítimo.

Tanto la Policía Local como la Nacional trabajaban ayer, al cierre de esta edición, en localizar al tercer asaltante, que consiguió escapar después del atraco así como en localizar todas las armas que se habían empleado en el que es el tercer atraco en cuatro años de esta céntrica tienda.

Cristina Santos, una de las clientas que estaba en la joyería a las once y media de la mañana, cuando llegaron los asaltantes, explicó que habían entrado tres hombres armados, que les habían dicho en inglés que se echasen al suelo y que, mientras dos les apuntaban con pistolas, el otro se fue directo a las vitrinas de Cartier y Jaeger la Coultre, dos marcas de relojes de lujo. El propietario de la joyería, Andrés Calvo, comentó ayer que la tienda tiene un sistema que cierra automáticamente la puerta cuando entran los clientes, así que los tres hombres, aprovechando que salía una persona, se colaron en el interior del establecimiento. "Ellos entraron con pistolas, las chicas se asustaron y se pusieron a gritar, pasó un policía, oyó los gritos y entró, pero al intentar sacar la pistola uno de ellos lo empujó contra el mostrador y, en ese momento, golpearon la puerta [que era de cristal] para salir, porque estaba cerrada", explicó ayer el propietario de la tienda, que comentó que los ladrones sabían perfectamente qué mercancía querían llevarse. Utilizaron unas "palancas" para forzar la cerradura de las vitrinas de las que cogieron los relojes. El alcalde, Carlos Negreira, felicitó ayer a los agentes que intentaron frustrar el atraco y a los que capturaron a los presuntos ladrones.

No es la primera vez que esta tienda sufre un asalto similar. Es el tercero en cuatro años y todos tienen grandes similitudes, aunque los dos anteriores se habían producido en sábado y poco antes de las once de la mañana. En diciembre de 2010, dos hombres entraron en la joyería Calvo y se llevaron 42 relojes valorados en 147.215 euros y, en mayo de 2013, cuatro ladrones, uno de ellos vestido de payaso, entraron en el negocio y se llevaron cuarenta relojes valorados en más de 100.000 euros. Una vez más, la marca Cartier fue la codiciada, aunque en menos de un minuto que duraron los asaltos se llevaron ejemplares de otras firmas de lujo.