Las obras de construcción del carril bici que enlazará la ciudad con el campus universitario, el primero que no será para el ocio sino para el transporte urbano, comenzarán en los próximos días con el objetivo de estar concluidas este mismo año. Se tratará de un vial de 1,5 kilómetros de longitud entre la plaza de Luis Seoane, en la segunda fase del polígono de Elviña, y la pista de tenis del campus de Elviña.

Los trabajos tendrán un coste de 57.500 euros y para su desarrollo se aprovecharán senderos existentes en el campus. En la zona de Espacio Coruña el carril bici ocupará parte de las aceras, mientras que en un tramo de la avenida de Glasgow uno de los carriles de la calzada será reservado a las bicicletas.

Las obras que se desarrollan en la avenida de San Cristóbal harán que el paso por ese punto sea provisional hasta que concluya esta actuación, y, ya en la calle Pablo Picasso, se hará uso del carril bici existente, en el que se sustituirán los actuales separadores de la acera, elaborados con hierro, por otros de caucho.

La concejal de Tráfico y Movilidad, Begoña Freire, que presentó ayer el carril bici acompañada de representantes de la Universidad, Stop Accidentes y colectivos ciclistas, justificó la elección de este trayecto para el primer carril orientado al transporte urbano porque se considera que la Universidad acoge el mayor número potencial de usuarios en bicicleta. La edil puso de relieve que el plan de movilidad del Ayuntamiento se fija como objetivo multiplicar por 12 en 10 años los viajes en bicicleta en el interior de la ciudad.

"Por primera vez en esta ciudad, se da prioridad a la bicicleta y, además, sin generar problemas de circulación", manifestó Freire sobre esta iniciativa. La Universidad complementará esta actuación con la instalación en el campus de elementos para aparcar las bicicletas. El Ayuntamiento estudiará la posibilidad de abrir una estación de Bicicoruña en la zona universitaria.

Freire recordó que el plan de movilidad prevé la apertura de "itinerarios ciclistas" en la ciudad que no serán carriles bicis, sino calzadas compartidas con los automóviles en las que se intentará reducir su velocidad y que estarán señalizadas. Para la concejal, el plan defiende la necesidad de un "cambio drástico" en el uso de la bicicleta con el objetivo de que se convierta en un auténtico medio de desplazamiento.

El Ayuntamiento mantiene convenios con varias entidades para la ejecución de los proyectos de movilidad, como el Club Ciclista Riazor, cuyo presidente, Roberto Rilo, aseguró que el número de usuarios de la bicicleta "aumentó muchísimo" en la ciudad e invitó a los ciclistas a que abandonen las aceras, que ahora utilizan por miedo a ser arrollados. Rilo declaró que el comportamiento de los conductores con las bicis es "cada vez más respetuoso" en A Coruña y reclamó a los ciclistas que se hagan ver mediante el uso de prendas reflectantes y que respeten todas las señales de tráfico.