El Ayuntamiento implantó el límite de 30 kilómetros por hora por primera vez en la ciudad en Adormideras. Lo anunció en noviembre de 2004 y lo puso en marcha en Navidad. Fue una experiencia piloto con la que se probó la eficacia de la medida y en caso positivo extenderla a otros barrios. La creación de estas zonas de preferencia peatonal fue una novedad que con el paso del tiempo también llegó a otros barrios como Os Rosales, Matogrande y Novo Mesoiro. La creación de estas zonas de prioridad para los peatones supuso la reducción de la velocidad máxima permitida y la instalación y refuerzo de la señalización existente para devolver protagonismo a los peatones.

Diez años después, los conductores conocen perfectamente que estas zonas son de preferencia peatonal. Los vehículos, según los datos de la Policía Local del año pasado, respetan más el límite en el polígono de Adormideras. La velocidad media a la que circulan los coches por allí es de 37 kilómetros por hora, según los cálculos realizados por los policías durante la realización de un control de velocidad.

En el extremo opuesta está Novo Mesoiro, donde la Policía Local acude "dos o tres" veces al mes a realizar controles de velocidad, según el representante de la asociación de vecinos de Novo Mesoiro, Manuel Méndez. En este barrio de la periferia los conductores circulan de media a 44 kilómetros por hora de media pese a existir una limitación de 30. El presidente de la agrupación de Os Rosales, Fernando Carrillo, destaca que el límite es "adecuado" porque hay "tres colegios". En este barrio los datos del cuerpo policial indica que la velocidad media de 39 kilómetros por hora.

El actual presidente de la asociación de vecinos Atochas-Monte Alto-Torre de Hércules, Alberte Fernández, destaca que de esa zona no tienen "quejas" por parte de los residentes y entiende que la medida que se puso en marcha en 2004 cumplió con su objetivo. La creación de una zona de preferencia peatonal en el polígono de Adormideras se puso en funcionamiento con la colaboración de la misma asociación de vecinos y el propio Ayuntamiento.

El que era entonces concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Juan Iglesias Mato, argumentaba que "lo principal" era aumentar "la seguridad para los viandantes" y no provocar "ningún cambio en la fluidez del tráfico" de Adormideras. El edil explicaba que habían escogido este barrio para empezar porque Os Rosales no estaba "al cien por cien de ocupación" y les "pareció" mejor comenzar por esta zona de Monte Alto, en la que en verano iba gente "desde otras partes de la ciudad" por la playa de San Amaro.