La calle Orzán sufrió ayer una nueva rotura en una de sus tuberías de agua, que dejó sin servicio a un centenar de vecinos. La empresa municipal de aguas (Emalcsa) recibió el aviso de la fuga pasadas las tres y media de la madrugada y, cuando sus operarios llegaron a la zona, cortaron el suministro a los afectados. A primera hora de la mañana inició los trabajos de reparación de la avería y, según explicó ayer un portavoz de Emalcsa, el servicio se reanudó sobre las doce del mediodía.

El hecho de que hace menos de un mes se hubiese roto casi en el mismo lugar esa tubería convierte la fuga de ayer en un acontecimiento "previsible", ya que los conductos suelen ceder "por debilidad", así que, cuando se produce una incidencia, "lo normal" es que, días después o durante la reparación, se produzcan más inconvenientes, según explicó la empresa.

No fue el único incidente del día, una rotura en una tubería de agua en la calle Newton, en el polígono de A Grela, provocó ayer la inundación de dos naves, Diosa Planta y Patatas Prado. Emalcsa aseguró ayer que, en cuanto se produjo el aviso, a las once de la mañana, los operarios acudieron a la zona para cortar la fuga de agua y para reparar los daños que, unas horas después, habían solventado. A pesar de que la avería se produjo en una tubería de diez centímetros de diámetro, los Bomberos tuvieron que ir a achicar las dos naves inundadas.

Emalcsa vincula también las "pequeñas" averías que se están registrando estos días en la red de la ciudad al reventón, el pasado domingo, de una tubería en la ronda de Outeiro, ya que las canalizaciones tienen que soportar más presión de la habitual. Y unen también esta incidencia con los problemas registrados en la estación de A Telva, el 4 de noviembre, cuando estuvo sin suministro eléctrico durante seis horas tras la caída de un rayo.

Durante la jornada de ayer, los operarios de Emalcsa se afanaron en buscar los dos puntos en los que se conectará la nueva instalación en la ronda de Outeiro, uno está cercano al hotel Avenida y, el otro, en la confluencia de la ronda con Joaquín Planells, a la altura de la rotonda de San Cristóbal. Este conducto irá pegado a la acera y, el que va por el medio de la carretera, quedará inutilizado y soterrado. La incorporación a Alfonso Molina estará cerrada unos "seis o siete días" más.