Salvamento Marítimo, Policía Nacional y Local y Bomberos buscaban ayer a Jesús B., de unos 60 años, que había sido arrastrado por una ola, sobre las 19.30 horas, mientras pescaba con un compañero en las piedras de punta Lagarteira, en O Portiño

A su compañero, Luis G., de 64 años y, como él, vecino del grupo de viviendas de María Pita, en Labañou, le pudo rescatar con vida uno de los pescadores habituales de la zona, Carlos. Él estaba en el muelle de O Portiño, escuchó una llamada de auxilio, la de Luis G. Entonces, según comentaba ayer, desamarró la lancha, la echó al mar y se aproximó al hombre, que había conseguido ya acercarse a una de las boyas del puerto.

Al no poder subirle a la embarcación, le tiró un cabo, se lo ató y lo acercó al muelle. Los sanitarios del 061, que lo atendieron en cuanto estuvo en tierra firme, comentaron que sufría una "hipotermia" y que había sido trasladado al Chuac.

"Me dijo que no podía más", aseguró Carlos, el rescatador que espera que, algún día, cuando pase el tiempo, ambos se puedan "tomar un café" para hablar de lo acontecido en el mar.

Los testigos del suceso recordaban ayer que el hombre, tras ser rescatado, pedía que buscasen a su compañero, al que también había arrastrado la corriente. Algunos de los que a diario bajan a O Portiño con sus cañas comentaban que, aunque Jesús -el desaparecido- se había dedicado toda la vida a la pesca, no era un nadador experimentado, que no le gustaba y que, incluso, le tenía "miedo al mar".

"Hace ya dos años, el mar se llevó a una pareja de novios de esa misma piedra y a la chica la cogieron en las últimas", comentaban ayer los habituales del puerto, que dejaron todas sus ocupaciones en cuanto se enteraron de que el mar podría haber protagonizado una nueva tragedia.

Los Bomberos de A Coruña se desplazaron a la zona y llegaron hasta el lugar en el que los dos hombres habían sido golpeados por la ola y donde estaba, todavía, una caña prendida en las rocas. Otra estaba metida en una bolsa negra.

Los pescadores que estaban en O Portiño aseguraban que Luis y Jesús -al que todos se referían ayer como El Moreno- estaban en las piedras pescando besugos y que, probablemente, no se habían dado cuenta de que el mar se estaba picando, tanto, que una ola se los llevó por delante. "En esa zona el mar es muy falso", comentaban ayer Eduardo y Julio, haciéndose oír entre el ruido del helicóptero de Salvamento Marítimo Helimer 209, que había salido en busca del marinero desaparecido.

Las labores de búsqueda se reanudarán hoy, sobre las nueve de la mañana. Si las condiciones del mar mejoran y son propicias, se realizarán inmersiones en la zona para intentar localizar el cuerpo del desaparecido.