El perro más famoso de la céntrica plaza de Lugo, Ney, regresó ayer al que fue su hábitat durante años para quedarse. El alcalde, Carlos Negreira, y vecinos inauguraron ayer una estatua de bronce en su honor, semanas después de que falleciese.

La efigie fue diseñada por el escultor de Arteixo Miguel Couto y su coste ascendió a cerca de 12.000 euros. La idea de levantar la escultura es responsabilidad de tres vecinas del barrio que llegaron a abrir una cuenta corriente para recibir donaciones voluntarias.

El golden retriever, propiedad de la dueña de una floristería, era uno de los personajes más queridos de la zona, hasta el punto de que en la red social Facebook cuenta con una página propia con más de 1.800 miembros. En cada uno de sus cumpleaños recibía un tarta y el cariño de los vecinos y sus seres queridos. El pasado agosto, con 12 años, celebró su último aniversario.