La Policía Nacional investiga si uno de los cinco detenidos dentro de la operación Comeandadetenidos operación Comeanda es un hombre sobre el que la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió una orden de búsqueda y captura por cometer un asesinato en Brasil. El procesado residía en el barrio de Novo Mesoiro con una mujer, su marido y su hijo, también arrestados dentro de la misma intervención contra el tráfico de drogasNovo Mesoiro tráfico de drogas en la ciudad y la comarca.

A los agentes les saltó la alarma en cuanto introdujeron los apellidos de la mujer en el ordenador: su hermano, según la base de datos de la Interpol, es el autor de un homicidio en Brasil. Tanto ella como él niegan su parentesco, pero a los agentes su versión no les cuadra. De hecho, están prácticamente convencidos de que el nombre que les proporcionó, Michael Padilla Freitas, no se corresponde con su verdadera identidad.

El procesado, según fuentes cercanas al caso, tiene los mismos rasgos que el que figura en la fotografía de archivo sobre el que la policía internacional emitió una orden de búsqueda y captura. Fuentes cercanas al caso revelaron que las huellas dactilares del detenido no se corresponden con las del delincuente que busca la Interpol, por lo que investigan si las alteró quirúrgicamente en Sudamérica, una práctica habitual entre las personas a las que la policía les sigue la pista.

Los funcionarios están prácticamente convencidos de que el residente en Novo Mesoiro detenido la semana pasada oculta su identidad, por lo que trabajan, en colaboración con la Interpol, para demostrar que es el mismo hombre que asesinó a otro en Brasil, su país natal. Y, por tanto, que es el hermano de la mujer con la que vivía en A Coruña.

La Policía Nacional, dentro de la operación Comeanda, también detuvo a un vecino de Os Mallos. La organización, según aseguran los agentes que investigaron los hechos, traficaba con cocaína y marihuana en A Coruña y el área metropolitana. Los clientes de las casas de citas de diferentes barrios eran sus principales compradores. Y, además, utilizaban como tapadera para vender la mercancía una frutería de Os Mallos.

La magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña decretó el lunes la puesta en libertad de todos los procesados, a los que imputa un delito contra la salud pública y otro de tenencia ilícita de armas, excepto del ciudadano brasileño, pues la policía trabaja para corroborar que es el autor de un asesinato.

En el domicilio que compartían la familia y el sospechoso de cometer el crimen los agentes localizaron cocaína, básculas de precisión, dos escopetas y dos pistolas de aire comprimido. La juez instructora, además de un delito contra la salud pública en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, les imputa un delito de tenencia ilícita de armas.

Durante las declaraciones que prestaron el martes ante la magistrada negaron dedicarse al tráfico de sustancias estupefacientes. Los sospechosos, todos ellos defendidos por el abogado Diego Reboredo, del despacho de José Ramón Sierra, alegaron que la cocaína y marihuana de la que se incautaron los agentes era para su consumo. El letrado defensor, además, solicitó la nulidad de las escuchas telefónicas realizadas por la policía.