"Enrollaos un poco, que somos compañeros", exigió una y otra vez un agente de Bilbao a los policías locales que el 23 de enero de 2010 acudieron a las 13.00 horas a la plaza de María Pita. Así figura en la sentencia en la que el magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña condena al funcionario del País Vasco a pagar una multa de 30 euros por cometer una falta contra el orden público. El imputado accedió al mediodía a la plaza de María Pita junto con unos amigos en coche, a pesar de que es peatonal, por lo que fue alertada la Policía Local.
Al llegar al lugar de los hechos, los agentes comprobaron que tanto el conductor como sus acompañantes se encontraban en el interior de un establecimiento hostelero consumiendo alcohol, "si bien sus facultades cognoscitivas no se encontraban anuladas". Los funcionarios, al ver el estado en el que estaban, trataron de realizar el control de alcoholemia al conductor del coche, ante lo que el policía local de Bilbao trató de convencerlos de que no se la hiciesen. Los agentes ignoraron sus requerimientos y trasladaron al conductor al furgón de atestados para practicarle el control. "Al menos dos agentes se colocaron entre el coche y el hombre para evitar que el imputado entorpeciese su trabajo", indica el magistrado en el fallo judicial, en el que destaca que el condenado insistió.
"Comenzó a exaltar y a gritarle a su amigo 'no hagas la prueba, tú no tienes que hacerla'; y a los agentes actuantes 'enrollaos un poco, que somos compañeros', 'enrollaos un poco", relata el titular de Penal 2, al tiempo que considera que en el juicio quedó acreditado que el procesado, "en su intento de seguir a su compañero y entrar en el furgón", llegó a empujar a uno de los policías locales de A Coruña, pero no le causó lesiones. "No estamos ante un acometimiento físico con ánimo de menoscabar la autoridad del agente, sino ante un insistente gesto de llamar la atención para evitar la prueba de alcoholemia", subraya el juez en la sentencia. El representante del Ministerio público reclamaba en su escrito de acusación que el sospechoso fuese condenado a diez meses de cárcel.
