Hace ya seis años que el Ayuntamiento y la Fundación Jorge Jove firmaron un convenio para la puesta en marcha del Museo de la Automoción e Historia, que se ubicará en el parque de Bens, pero la necesidad de incorporar este proyecto al nuevo plan general y de adaptarlo a las recomendaciones sugeridas por una consultora hizo que hasta ayer no pudiese formalizarse la cesión de los 107.000 metros cuadrados de suelo municipal sobre los que se asentará el centro.

En la nave del polígono de Sabón donde se almacenan los fondos propiedad de la fundación, su presidente, Ángel Jove González, explicó que la colección de 342 vehículos nació por la afición al mundo del motor de su padre, Ángel Jove Capellán, quien durante décadas fue reuniendo las piezas, aunque la idea del museo surgió hace dos décadas. "Se concibe como una opción de ocio cultural familiar", destacó Jove González, de forma que no existe un público definido al que se destine y su objetivo es transmitir a las nuevas generaciones la historia de la automoción desde sus comienzos, ya que la colección dispone de ejemplares desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, y además tanto en el campo del vehículo privado como en el militar, sanitario, de emergencias o de transporte de mercancías o pasajeros.

Para albergar esta formidable colección de coches, motos y camiones es necesario un amplio espacio, aunque la mayor parte del complejo que se levantará en Bens, 87.000 metros cuadrados, estará ocupado por instalaciones complementarias, que se comenzarán a construir en el segundo semestre de este año. El edificio destinado a exposición contará con 30.000 metros cuadrados y la previsión es que empiece a ejecutarse el próximo año, según anunció el alcalde, Carlos Negreira.

En la zona no expositiva del recinto habrá áreas dedicadas a la investigación, la didáctica, el ocio y la formación, así como circuitos para que los vehículos del museo transiten por ellos y se efectúen en ellos actividades divulgativas. Para Jove González, el "dinamismo" será una de las características del museo, ya que "hasta las exposiciones permanentes podrían considerarse temporales". También destacó que el complejo albergará un centro de documentación, puesto que la fundación dispone de numerosos fondos de gran interés, como toda la documentación de la empresa española Pegaso, que fue necesario transportar en varios camiones hasta A Coruña.

Obras de arte, literatura, objetos costumbristas, así como de todo tipo de disciplinas que estén relacionados con la automoción tendrán cabida en el museo, en el que solo se expondrán 280 de los 342 vehículos de la colección, que se incrementa casi a diario. Otra de las facetas del museo será la restauración de automóviles y motocicletas antiguas, una labor que ya lleva a cabo la fundación y además con un coste muy elevado, puesto que siempre se utilizan piezas originales de los vehículos al margen de cuál sea su antigüedad.

"Será un hecho diferencial en el noroeste español por su categoría, sus piezas únicas y su documentación", manifestó el alcalde sobre el complejo, del que vaticinó que se convertirá en un "centro de peregrinación". También destacó que ocupará la quinta parte del parque de Bens, que será una zona "más atractiva y visitable" gracias a un proyecto que se "integrará en el entorno".