Gerardo Crespo está en Twitter. Eligió para su perfil una fotografía con el Rey cuando aún era Príncipe. Es de la época en la que se codeaba con personalidades. De cuando era bien recibido por Rajoy en La Moncloa. De eso hace ya mucho. La operación Zeta, iniciada a finales de 2011, acabó con sus empresas y le cerró las puertas de los despachos. Se siente traicionado por los suyos. "Arruinado, empujado por los políticos del PP gallego", espeta en las cinco líneas de su biografía de la red social, en las que añade: "53 años, tetrapléjico a los tres. 35 operaciones. Vida normal, biólogo, empresario, 150 empleados, casado, 3 hijos".

El imputado, afiliado al PP desde los 18 años, está dolido. Recibió durante más de 20 años subvenciones de la Xunta -también cuando estaba gobernada por el PSOE y BNG-. Pero la denuncia, a finales de 2011, de dos empleadas del presidente de la Confederación de Autónomos y Profesionales de España, Eliseo Calviño, hizo que la policía le siguiese la pista. Crespo asegura que el PP lo dejó tirado tras recibir el chivatazo del inicio de la operación contra él cuando aún era secreta. No se lo esperaba.

Hasta ese momento nadie le había pedido explicaciones. Las conversaciones intervenidas por la policía reflejan que su popularidad cayó de repente y que sus contactos empezaron a ignorarlo. Enrabietado y sin encontrarle explicación a lo que sucedía, llamaba y enviaba mensajes a altos cargos populares, entre ellos a Negreira, y a sus asesores. "Carlos, no merezco esto y, además, parezco un proscrito. Ninguno queréis cogerme el móvil, incluido Pachi, que le aconsejáis que me deje. ¿Esta locura de quién es? Luego será tarde", escribió al alcalde en un mensaje. Todos le dieron la espalda. Hace meses que amenaza con contar lo que sabe. Y asegura que es mucho. Tanto, que apunta a la conselleira de Traballo y al presidente de la Xunta. De momento, se niega a aportar pruebas. En mayo hay elecciones y admite que va a calcular los tiempos. Aún no toca venganza. "Tengo mucho tiempo y voy a escribir muchos tuits", advierte.