La situación de los empleados de Rede Galega de Kioscos, que llevan sin cobrar desde noviembre y carecen de electricidad y productos para la venta en sus establecimientos, lleva a Unión Coruñesa a exigir al alcalde que les reciba con el fin de que retomen su actividad y se mantenga además el servicio público que ofrecen con los aseos de sus locales. La formación de Carlos Marcos recuerda que la empresa recibió subvenciones de la Xunta y que su objetivo era la integración social de los discapacitados.