El censo de vecinos coruñeses con derecho a voto que viven fuera de España (CERA) crece al ritmo de la emigración. El año 2015 comenzó con un 25% más que en los últimos cuatro años, pasando de 19.977 a 25.039 personas inscritas. Desde los comicios de 2011, no pueden participar en las elecciones locales por unas restricciones aprobadas con consenso político casi unánime en 2010. Sí podrán tomar parte de la convocatoria estatal, prevista para final del año.

El ritmo de crecimiento es más acelerado que en el cuatrienio coincidente con la legislatura anterior, cuando se pasaba de 15.706 a los 18.603 de 2010, un 18,4% más, a pesar de que fue en 2008 cuando se dio luz verde a que los nietos de emigrantes pudiesen entrar dentro del censo. En total, en la última década, se elevó un 66%. El crecimiento en la ciudad en los últimos cuatro años es, sin embargo, menor que la media de la provincia, situado en un 34%.

El perfil del nuevo emigrante es el de un joven de entre 25 y 35 años, normalmente cualificado y sin cargas familiares, según sociólogos y especialistas de empresas de recursos humanos. Sí es cierto, añaden, que en los últimos años se han sumado desempleados mayores de 45 años con familia que se buscan la vida en el extranjero, muchos en el campo de la construcción.

Haz click para ampliar el gráfico

A Coruña no se escapa a esta tendencia y cada vez tiene menos jóvenes entre 20 y 35 años en su padrón. Todos los barrios de la ciudad sin excepción han experimentado entre 2011 y 2014 una disminución poblacional en esta franja de edad. Los censados de esta franja de edad se han desplomado un 13,6% en A Coruña en cuatro años.