El patronato de la Fundación Luis Seoane va a agotar la vía judicial para evitar cumplir la sentencia que ordena a readmitir a la antigua directora del centro, la concejal socialista Silvia Longueirasentencireadmitir antigua directora Silvia Longueira. Y acordó también de manera unánime la "no conveniencia de su regreso" al centro de arte contemporáneo. El patronato de la Fundación Luis Seoane está presidido por el alcalde, Carlos Negreira, y la concejal de Cultura es su vicepresidenta.

El Tribunal Superior ha confirmado el fallo del 4 de junio de 2014 emitido por el Juzgado de lo Social número 1 que decía que la destitución de Longueira se había producido por motivos políticos y no laborales, por lo que ordenaba que se la readmitiese en el puesto de directoradestitución Longueira por motivos políticos y no laboralesdirectora. Y es que Longueira accedió al cargo en 2004, pero en 2007 solicitó una excedencia forzosa porque había concurrido a las elecciones municipales con el PSOE y había sido elegida. Hasta 2011 ejerció como concejal de Servicios Sociales y, al ganar las elecciones el PP y al pasar los socialistas a la oposición, Longueira solicitó volver a su trabajo, del que fue despedida en octubre de 2013, con la argumentación de que se necesitaba a una persona que se dedicase de manera exclusiva a la entidad y que le aportase nuevas ideas.

La readmisión de Silvia Longueira no implica que el actual director del centro, David Barro, vaya a perder su puesto, ya que su plaza fue adjudicada por concurso y tiene unas funciones más amplias que la de Longueira, al tratarse del director-gerente de la fundación. Barro se mostró ayer abierto a "incorporar" a la edil socialista a su equipo si el patronato se lo pide. "Suscribo las palabras del patronato sobre la incompatibilidad y perjuicio que para la fundación supondría la incorporación de Longueira", dice, sin embargo, Barro, que le afea a la exdirectora de la Seoane, que hubiese grabado a algunos miembros del patronato en conversaciones sobre su despido y que utilizase esas charlas como prueba en el proceso judicial.

"La excepcionalidad que supone que una persona pueda acceder tres veces a un puesto de dirección de un centro de arte contemporáneo sin concurso público ni publicidad constituye una violación flagrante de la ética profesional y de los códigos de buenas prácticas por los que el mundo de la cultura ha luchado mucho", explica en un comunicado el director-gerente de la Fundación Luis Seoane.