El acuerdo a tres bandas entre Ayuntamiento, Diputación y Universidad para la apertura de una residencia universitaria en el colegio Calvo Sotelo, en Labañou, se estanca. El rector, Xosé Luís Armesto, advirtió en el Consello de Goberno de este lunes de un "parón en los trámites de cesión del edificio" para alojar estudiantes, sin que a la institución académica le consten los motivos. Consultada por este diario, la Diputación admitió esta falta de avances: "El tema está como estaba. El Calvo Sotelo es una posibilidad en estudio". El Ayuntamiento se negó a pronunciarse.

La Administración municipal y la Universidad trabajan desde hace un año en encontrar un espacio en el que poder abrir la primera residencia universitaria pública en la ciudad. Un cuarto de siglo después de su creación, el campus coruñés es el único en Galicia que padece esta carencia de alojamiento público. La Universidad, a finales de 2014, daba por hecho el acuerdo para abrir la residencia en el Calvo Sotelo, al que se sumaría la Diputación como propietaria del inmueble. Pero "todo indica que la cesión fue paralizada por parte de la Diputación y el Ayuntamiento", según contestó el rector en el Consello de Goberno del lunes a preguntas de un representante del alumnado.

Las negociaciones avanzaron hasta el punto de que Ayuntamiento, Diputación y Universidad "se intercambiaron borradores de convenio" e incluso "se estudiaba ya la remodelación del espacio [del colegio] para su acondicionamiento como residencia universitaria", argumentó Armesto, según consta en el acta del Consello de Goberno. El rector aseguró en la sesión que ha intentado por diferentes vías contactar con el alcalde, Carlos Negreira, y con el presidente de la Diputación, Diego Calvo, para conocer los motivos del "parón".

"Desde hace un par de meses -expuso Xosé Luís Armesto en el Consello-, ni el alcalde ni el presidente de la Diputación atienden nuestras solicitudes de explicación. De hecho, ni le devuelven las llamadas al rector. Hace unas semanas que se solicitó por escrito una reunión y no se contestó".

El Gobierno local calló ayer ante la denuncia del rector por la falta de respuesta del alcalde. La Diputación, en cambio, aunque precisó no querer entrar en un enfrentamiento institucional con la Universidad, precisó que su presidente coincidió con el rector hace un par de semanas en una jornada en Ferrol y allí le explicó que la posibilidad de abrir una residencia universitaria pública en el colegio Calvo Sotelo "seguía en estudio".

A finales de enero, el rector señalaba que el acuerdo solo estaba pendiente de que la Diputación firmara la declaración de intenciones que permitiera contratar las obras de adaptación necesarias, una decisión que esperaba que llegase "en las próximas semanas". Solo una semana después, Armesto solicitaba una reunión con el alcalde para concretar el proyecto de la residencia universitaria, que, según se deduce de sus palabras en el Consello de Goberno, no se ha materializado.

El acuerdo que negociaban el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad para dotar al campus coruñés de una residencia pública toma el ejemplo del que, con casi los mismos protagonistas, hizo posible la apertura de un alojamiento de estas características en Ferrol. En esa ciudad, la Xunta cedió un edificio, uno de los dos que componían el Centro de Menores de Soutomaior, al Ayuntamiento, que este puso a disposición de la Universidad para la gestión de una residencia de estudiantes.

Construida por la Diputación, la Residencia Hogar Calvo Sotelo se inauguró en el año 1956. Primero fue Hospicio-Hogar y después se convirtió en Colegio-Hogar, cuando abrió las puertas de la enseñanza a jóvenes de toda la provincia de A Coruña con dificultades y que querían aprender un oficio. En la actualidad, el Calvo Sotelo acoge el instituto, la imprenta de la Diputación y una residencia que no se usa de forma intensiva, pero sí para actividades como, por ejemplo, el alojamiento de escolares de excursión.