El proyecto elaborado por el Ministerio de Fomento para el Vial 18, que enlazará la autopista AP-9 con la tercera ronda, establece que su entrada en servicio será en 2020, por lo que tendrán que transcurrir al menos cinco años para que esta infraestructura pueda contribuir a aliviar el tráfico en Alfonso Molina. Audasa, concesionaria de la autopista, pagará la obra, al igual que la ampliación de Alfonso Molina y proyectos en Santiago y Vigo, a cambio del derecho a una subida adicional de peajes del 1% sobre el IPC durante dos décadas.

Afectados por esta iniciativa presentaron ayer en la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia una reclamación tras comprobar que en la exposición pública del proyecto no figuran documentos imprescindibles para la presentación de alegaciones, como el estudio de impacto ambiental y la justificación del trazado seleccionado por el ministerio.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció a finales de febrero en A Coruña que el proyecto y el estudio de impacto ambiental del Vial 18 se someterían a información pública durante el mes de marzo. El Boletín Oficial del Estado anunció el pasado jueves el inicio de este trámite, por lo que ayer era el primer día en el que se podían consultar esos documentos, justo antes del inicio del periodo vacacional de la Semana Santa.

La documentación expuesta en Carreteras es sumamente escueta y contrasta con la de otros proyectos de viales que están a disposición de los ciudadanos en ese mismo departamento del ministerio. En ese texto se fija en 18,9 millones de euros el presupuesto de las obras, pero ni siquiera se menciona cuál sería su plazo de ejecución y tan solo se cita de pasada que existe un "corredor norte", pero no se explica que Fomento estudió dos opciones para el trazado del Vial 18, entre las que eligió la que lleva esa denominación.

El corredor norte discurre durante 1,7 kilómetros por A Zapateira desde la tercera ronda por la parte superior de la residencia Rialta y el geriátrico Los Magnolios, pasa luego cerca del campo de fútbol de A Laxe y desciende desde allí hacia la autopista, con la que se une en las proximidades de Rutis. La alternativa, el corredor sur, pasaría por la zona inferior a las dos residencias y compartiría el resto del trazado con la otra propuesta, pero Fomento la descartó en su estudio al considerar que la primera la superaba en todos los criterios que se analizaron, incluido el económico.

Al hacer referencia al tráfico estimado en la nueva vía, los técnicos citan que la previsión para 2020, su "año de entrada en servicio", será de 16.906 vehículos diarios, mientras que para 2040 se calcula que el volumen de circulación será de 22.503 vehículos. Fomento efectúa estas previsiones de acuerdo con el tráfico que soporta la autopista entre A Barcala y A Coruña, que el año pasado registró el paso de 44.567 vehículos, aunque su máximo histórico fue de 58.006 en 2007, año desde el cual ha ido descendiendo a causa de la crisis.

Otro dato aportado por el proyecto es que la intensidad máxima de tráfico en la AP-9 en los accesos a la ciudad se registra los miércoles y viernes a primera hora de la mañana y de la tarde, en la que se contabilizan 2.100 vehículos por hora. En cuanto al volumen de camiones que emplean habitualmente este tramo de la autopista, se establece en el 5% del tráfico total.

El ministerio estudió la posibilidad de enlazar la tercera ronda con el Vial 18 en A Zapateira mediante una glorieta, aunque esta solución implicaría un tiempo de espera medio de 48 segundos para el paso de los vehículos que se consideró "no asumible". Como alternativa, el proyecto plantea la construcción de un ramal directo que supondrá una espera de 15 segundos, a la que se califica de "muy aceptable".

El proyecto señala que la velocidad máxima permitida en el Vial 18 será de 80 kilómetros por hora y que tendrá dos calzadas de 7 metros de anchura, con arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de un metro, así como una mediana de 2 metros. El texto advierte además de que no se prevé la ampliación en el futuro de esta carretera y que para su construcción deberá tenerse en cuenta que desde 2008 existe un proyecto para implantar un carril más por sentido en la autopista entre A Coruña y A Barcala, pero que no está aprobado.