El alcalde, Carlos Negreira, sostiene siempre que las elecciones municipales son elecciones municipales y que es difícilmente extrapolable cualquier resultado en unas europeas o una autonómicas a lo que un coruñés vota única y exclusivamente como vecino de la ciudad. En las locales de 2011, el PP fue Atila. Pero pasados cuatro años, el panorama se presenta menos halagüeño para el Partido Popular. Y aunque el regidor se niegue a hacer paralelismos, el día después de los comicios al Europarlamento se vio a algún miembro de su equipo resoplar por los pasillos del palacio de María Pita. Además de abrirse una brecha electoral entre los barrios y el centro coruñés, ya se había dejado notar, y mucho, la presencia de inéditos invitados -Podemos y UPyD-. Y no a secas, sino con la mayor cuota en el resto de urbes gallegas. Hasta Ciudadanos metía la uña. Nuevos actores que también tendrá la convocatoria del 24 de mayo y cuya presencia dificulta el futuro de la mayoría absoluta del equipo azul.

El PP no tuvo contestación hace cuatro años. Negreira se ganaba la Alcaldía imponiéndose en todos los distritos y en el 90% de las mesas. El ciclón no perdonaba y feudos socialistas caían en manos de Negreira, el compañero de fatigas de Alberto Núñez Feijóo, que afianzaba su poder en el partido como símbolo de la recuperación del voto urbano y metropolitano, fama que acrecentó con la mayúscula aportación de papeletas en la autonómicas del año siguiente (ganó en un 95% de las mesas).

Y hasta ahí. El aumento del desempleo, los movimientos ciudadanos, la pobreza, la precariedad laboral... una mudanza social sostenida que fue mermando apoyos al Partido Popular a nivel español, pero también a nivel coruñés. La noche electoral se recordará por la irrupción de nuevas fuerzas. En A Coruña también y no solo eso, ya que fue la ciudad gallega en la que más presencia tuvieron. Del análisis en frío en los días posteriores, otro dato llamaba la atención de políticos, especialistas y medios de comunicación, que la pérdida de votos para los populares se daba más en los barrios que en el centro de la ciudad.

El PP retenía sus bastiones de Riazor, Pescadería y Ensanche pero su mayoría se desangraba en zonas periféricas. Dos Coruñas. Podemos ganaba al menos en cuatro de las 257 mesas de la ciudad, todas ubicadas en el centro cívico de Novo Mesoiro y las urnas registraban un empate técnico con el PSOE en seis de los diez distritos. De ganar en un 94% de las mesas en las autonómicas de 2012, ahora se quedaban en seis de cada diez.

El PP teme una réplica local de mayor magnitud. En mayo, Podemos no se presenta como tal sino como una de la formaciones integradas en la Marea Atlántica, al igual que Anova y Esquerda Unida, que en las europeas concurrieron como AGE y ahora han apostado también por la plataforma que encabeza Xulio Ferreiro. Ambas sumaron casi un 25% del voto emitido. El PSOE conseguía un 21,89% y el BNG, un 5,97%.

Y por otro lado, Ciudadanos e UPyD, potenciales hurtadoras de votos del PP, acumularon en las elecciones al Parlamento de la UE en torno a un 7% de los apoyos de los coruñeses. Comparecerán ambos, Ciudadanos integrando a una escisión del partido de Rosa Díez y UPyD con los que han seguido fieles a la línea oficial de la formación magenta. El PP era aún así en noviembre la fuerza más votada pero con un 35% de las papeletas. Sus responsables, en cierta medida descolocados, achacaban públicamente el mal resultado al voto de castigo "tradicional" en las europeas a los dos partidos mayoritarios y a la abstención.

Con Vigo, Podemos tuvo en A Coruña su mejor resultado entre las urbes gallegas, del 12,25%. Fue la única ciudad, además, en el que el partido de Pablo Iglesias superó a AGE. El desenlace para la formación en el resto de ciudades fue de un 8,82% (AGE un 15,5%) en Santiago de Compostela; un 11,41% (AGE un 13,68%) en Ferrol; un 12,42% (AGE un 13,44%) en Vigo; un 10,25% en Pontevedra (AGE un 10,49%); 9,45% (AGE un 10,49%) en Lugo; y un 8,89% (AGE un 9,31%) en Ourense. Solo en Pontevedra el BNG se impuso a Podemos y la fusión entre Anova y EU.

Salvo Pontevedra, también los resultados de UPyD y Ciudadanos fueron mejores en A Coruña, con un 4,39% para los magentas y un 2,95% para Ciudadanos. En el resto los porcentajes son 4,06-2,67% en Santiago; 3,84-2,17% en Ferrol; 3,96-2,21% en Vigo; 4,41-2,49% en Pontevedra; 3,83-2,11% en Lugo; y 3,74-2,21% en Ourense.