-¿Cómo celebrará el Muncyt su aniversario?

-Habrá actividades muy chulas, porque nos hemos puesto en el lugar del público y queremos hacerlo protagonista del aniversario. Proponemos que se hagan un selfie en nuestras salas, con nuestras piezas, que lo difundan y, cuando nos lo enseñen, les vamos a regalar una taza de desayuno para que nos recuerden con cariño y, sobre todo, para que se integren en la vida del museo.

-El museo mantiene la entrada gratuita tres años después de su apertura, ¿seguirá así?

-Eso no depende de nosotros. Es el ministerio quien decide. Es lógico que los nuevos museos tengan la entrada gratuita durante un periodo de tiempo y más un museo que es de colecciones científicas y que la sociedad en general conoce poco, por eso se intenta promover el mejor conocimiento de las cosas. Cuando decidan otra cosa, nosotros acataremos sin problema.

-¿Se puede resentir la asistencia de público si hay que pagar?

-Todos los museos nacionales tienen el mismo precio: tres euros, y unas exenciones muy grandes para una gran cantidad de público. La entrada es simbólica y no inhibe las inquietudes culturales que puede tener una persona. En general, no suele haber diferencia entre que haya un precio público y que no lo haya.

-¿Cómo ha cambiado el Muncyt en estos tres años?

-Este es un museo joven, que nace fuera de Madrid, a pesar de ser un museo nacional. Nace con interrogantes asociados a su viabilidad, a su proyecto, a las propuestas que va a ofrecer a la ciudad... Ese proyecto se ha visto asentado y estamos en expansión y crecimiento. De lo que se trata es de identificar adecuadamente nuestras fortalezas y nuestras capacidades de innovación, los públicos... En ese camino de expansión es en el que estamos.

-¿Qué novedades habrá en el Muncyt?

-Este año vamos a renovar dos salas de la exposición permanente: la de Patrimonio -cuenta con trece tesoros- y vamos a traer otros trece y la sala Tecnoevolución, que la vamos a sustituir y a ponerle otros contenidos. En el marco del Año Internacional de la Luz traeremos para la exposición temporal una muestra sobre las tecnologías de la luz; se instalará durante el segundo semestre de este año.

-¿Algo más?

-Hay otra cosa muy importante para este museo, que es la relación con centros de investigación, con empresas, universidades, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Estamos cerrando un convenio con el CERN para traer un túnel, con una actividad interactiva y educativa relacionada con la física de partículas que, de un modo sencillo, acerca el conocimiento de este tipo de contenidos. Esta instalación que ha ido a otros países de Europa, pero que nunca ha estado en España, esperamos que se empiece a montar en julio y que podamos disponer de ella hasta septiembre. Estamos trabajando cada vez más con universidades, con la Agencia Española de Meteorología... Hay otro tipo de contenidos educativos, como el Verano en el Muncyt, que da la oportunidad a los chicos de pasar un verano científico, con contenidos que despierten su curiosidad y su interés por ver cosas diferentes. Lo importante es no tener miedo y tener curiosidad por saber. Yo firmo por tener menos visitantes, pero que los que vengan sean de calidad, que se vayan del museo emocionados y con ganas de saber más.

-¿Hacia dónde va esa expansión del museo?

-La línea de evolución es un terreno que tenemos que experimentar. Somos científicos y sabemos que el ensayo y el error es la manera de avanzar en la vida. Hay que probar cosas nuevas para obtener resultados diferentes. La experimentación forma parte de nuestro trabajo dario para conseguir presentar mejor nuestras colecciones, acercarnos más a nuestro público, para hacer programas educativos...

-¿Cómo es la interacción con los demás museos coruñeses?

-Es constante, ellos tienen sus modelos educativos muy consolidados. Nosotros trabajamos en otra línea, que no es la interactividad sino en la presentación de colecciones y es el público el que nos dice por dónde tenemos que ir.

-El Gobierno ha bajado la inversión en desarrollo y en investigación desde el inicio de la crisis hasta el punto de que los científicos tienen que emigrar porque no hay presupuesto para financiar sus proyectos, ¿cómo encaja esta situación un museo que defiende la ciencia y la tecnología?

-La realidad social y económica que está viviendo nuestro país es muy dura, seas científico o conductor de autobús, y tenemos que intentar salir lo antes posible. Lo que es cierto es que la ciencia y la tecnología son una base sólida y segura sobre la que promover el desarrollo en nuestro país, el cultural, pero también el económico. Todos los países que apuestan más por la líneas de innovación son más sólidos ante las crisis económicas. En el último año las inversiones han ido aumentando y se han convocado plazas, algo que hacía muchos años que no pasaba.

-¿Qué ha cambiado en este año que ha pasado al frente del Muncyt y qué queda por modificar para mejorar el museo?

-Los museos son seres vivos que necesitan crecer y adaptarse al medio y nosotros estamos en ese proceso. Intentaremos seguir avanzando para mejorar. Hay cosas que hemos iniciado que son muy importantes, como la mejor y mayor relación con instituciones. Hay mucha capacidad de evolución, ya que el museo atesora 18.000 piezas y aquí se exponen 600. El poder de renovación del Muncyt es muy amplio.