Aunque no tiene representación física en la Corporación municipal, Marea Atlántica irrumpió en el pleno de ayer, el último de la legislatura de Carlos Negreira, desde dos esferas de protagonismo: con la presencia entre el público de su líder y candidato a la Alcaldía, Xulio Ferreiro, y con la mención que de la formación hicieron desde el lado amistoso el concejal de Esquerda Unida, César Santiso, y desde el extremo crítico el primer teniente de alcalde, Julio Flores, que se refirió a la confluencia de fuerzas políticas como "marejadilla" e "izquierda radical".

Marea está ahí y se hace notar. Su concurrencia electoral activó ayer sus propuestas a través de EU por un lado y encendió las alarmas en las filas populares por otro. Santiso presentó una moción de Marea -donde se integra su partido- para pedir más transparencia y conocer la declaración del IRPF de los ediles del PP; la abstención del voto mayoritario del equipo de Gobierno impidió el debate.

Santiso recuperó más tarde el programa de la coalición liderada por Ferreiro para adelantar que si llega a gobernar tras el 24-M acabará con los "métodos opacos" de adjudicación y "dará preferencia a los concursos públicos frente al dedazo que tanto gusta en el PP".

Flores lanzó su artillería contra Marea Atlántica en su última intervención como concejal en un pleno. Lo hizo en momentos en los que para responder a preguntas de los grupos de la oposición elogió las actuaciones del Gobierno de Negreira durante cuatro años y alertó del peligro que entrañan todos los rivales del Partido Popular.

"La ciudad no apoya a una candidata socialista que promete hacer en cuatro años lo que no ha hecho en 20 años de gobierno. Ni a un partido nacionalista que se apaga como una vela apoyado por una izquierda radical que quiere marear a la ciudad. Ni a quienes se presentan a última hora e intercambian candidatos como si fuesen postalillas", criticó Flores, que aventuró que el PP volverá a recibir un gran respaldo en las urnas: "Somos una ciudad que va a consolidar su futuro gracias a otro gobierno liderado por Carlos Negreira con el apoyo mayoritario de los coruñeses".

"La ciudad no está para que la mareen. Me echo las manos a la cabeza si en este salón entra una marejadilla", prosiguió Flores en sus ataques a la nueva fuerza mientras Xulio Ferreiro tomaba nota entre el público.

El último pleno de la legislatura deparó de nuevo los duelos habituales entre ediles a lo largo de estos cuatro años de gobierno popular (Bravo contra Cid, Longueira contra Flores, Fernández Prado contra Santiso). EU denunció los dispendios en hormigón y PSOE, en fiestas, como cada mes. En un clima de reproches cruzados por "chapuzas heredadas" e "ineficacia en la gestión", las despedidas carecieron de emoción. Flores agradeció el trabajo a concejales, funcionarios y prensa, y dejó para el final un elogio preparado para el alcalde Negreira: "Ha sido un honor trabajar a su lado y espero verle ahí sentado cuatro años más".

Ana Fernández, Flores y Carmen Hervada no volverán al pleno como ediles del PP; Salvador Fernández Moreda, Jesús Fernández, Gloria del Valle y José Nogueira no lo harán por el PSOE; Santiso, por EU; y Ermitas Valencia, por el BNG, cuyo portavoz, Xosé Manuel Carril, recibió elogios por su trabajo de hasta tres concejales del PP. El Bloque, al que Flores auguró una derrota por culpa de Marea, colgó ayer en su web su programa electoral, con más de 1.200 actuaciones.