Uno de los cuatro atracadores que el 11 de septiembre de 2010 asaltaron la joyería Calvo, situada en Rúa Nueva, fue condenado a cuatro años y tres meses de cárcel. El procesado fue arrestado este año, tras ser identificado y localizado por la Policía Nacional gracias al ADN que los agentes hallaron en el disfraz que arrojó en la acera de la calle Mantelería durante la huida. De sus otros tres compinches, dos fueron enjuiciados y condenados; y el otro permanece en paradero desconocido.

El procesado, sentenciado por la magistrada del Juzgado de lo Penal número 4, reconoció que formó parte del grupo que asaltó el establecimiento y huyó con un botín de 42 relojes de alta gama valorados en 147.215 euros. El imputado accedió al local junto con otros dos atracadores ataviados con disfraces, gafas oscuras, gorras, cascos y guantes para impedir su identificación y evitar dejar huellas dactilares. Mientras, otro de los ladrones realizó tareas de vigilancia en el exterior y colocó un trozo de madera delante de la puerta para que los transeúntes no se percatasen de lo que acontecía en el interior.

Uno de los atracadores encañonó con una pistola simulada, que fue recuperada por la policía en un contenedor de la calle Mantelería, a la empleada de la joyería, a quien golpeó con el arma en la nuca por gritar. La víctima no sufrió daños. "Los otros dos individuos, de forma rápida y coordinada, abrieron con patas de cabra varias vitrinas y se llevaron los relojes", relata la magistrada en el fallo judicial, en el que destaca que el botín no fue recuperado.

Los dos compañeros del acusado enjuiciados fueron condenados a cuatro años y medio, y a diez años de cárcel, respectivamente. La pena de éste último es mayor porque al atraco de la joyería Calvo en 2010 se sumó a su participación, en 2013, en el asalto a la joyería Ragil, ubicada en la calle Olmos. El sospechoso logró huir sin ser identificado del primer robo, pero fue retenido por tres comerciantes cuando intentaba huir del segundo. La Fiscalía reclamaba que el sospechoso condenado ayer fuese penado con cinco años de cárcel, pero llegó a un acuerdo con la defensa antes del juicio, por lo que rebajó su petición a cuatro años y tres meses de prisión. El procesado, que tiene 30 años, se mostró conforme, por lo que la juez dictó sentencia oral en la sala.