El gerente de la concesionaria de los polideportivos de A Sardiñeira, Agra do Orzán y Elviña, Marcos Fernández, explicó ayer que no sabe qué va a pasar el martes, cuando los colegios que utilizan las instalaciones deportivas vayan a entrenar. "Nosotros no tenemos intención de fastidiar, pero tendrán que pagar la tarifa establecida, como todos los demás. Si abonan la cuota, nosotros les permitimos el acceso", anuncia Fernández, que mantendrá la puerta cerrada para todos aquellos que pretendan seguir utilizando las instalaciones de manera gratuita. "Bastante paciencia hemos tenido ya, hemos esperado nueve años", lamenta Fernández. Según su testimonio, la actividad se desarrolló con normalidad una vez los clubes empezaron a pagar.