¿Por qué pagar 25 euros por aparcar debajo de O Parrote, pudiendo hacerlo gratis y encima de O Parrote? Alguien tuvo que ser el primero en llegar a esta clarividente conclusión y desde entonces el trasiego de motores diésel y gasolina es continuo los domingos y festivos.

Vecinos y visitantes aprovechan el tiempo libre para caminar, pasan decenas de runners, niños, patinadores, ciclistas, perros... y coches. Unos optan por estacionar sin sonrojo y otros, lo más asombroso, prefieren utilizar esta explanada peatonal para atajar: se evitan atascos al cruzar entre las farolas Marina by Collarte, las fuentes metálicas y los bancos de diseño, en lugar de hacerlo por la calle de O Parrote, pasando por delante del hotel Finisterre y el jardín de San Carlos y bajando luego hacia el castillo de San Antón. Mucho más rápido sin duda.

Algunos domingos se pueden ver varios coches recurriendo al atajo de O Parrote, y alguno a velocidad de cautela. También es habitual la jornada dominical con turismos estacionados en el lugar, incluso al lado de la entrada del parking subterráneo. No obstante, también se producen excepciones y es posible ver algún que otro turismo también durante la semana, en días laborables, cruzando sobre esta urbansquare concebida para el ocio del vecino y el turista, que ahora además de brisa marina disfrutarán de ráfagas de monóxido.

Copasa abrió el parking el pasado mes de junio (tras asediar a unas valiosas murallas defensivas de la ciudad que hoy no cuentan ni con unos paneles explicativos adecuados) y unos dos meses después ya estaba en funcionamiento la peatonalización de la Ciudad Vieja con la que linda. A pesar de esta sincronización, el aparcamiento subterráneo no destaca por su ocupación. Y con la vía libre para aparcar justo encima del parking, menos subirá la valla del control de entrada.