La dotación a la avenida de Alfonso Molina de un carril más en cada sentido de la circulación sigue su lento camino en la Administración, ya que el Gobierno central informó al grupo socialista en el Congreso de los Diputados que todavía está pendiente el acuerdo entre el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento para la realización de las expropiaciones necesarias. El Ejecutivo detalló el pasado 27 de marzo a la parlamentaria Paloma Rodríguez Vázquez que existe un borrador del convenio, pero que está "pendiente de los informes técnicos previos a su firma".

A finales de abril, el alcalde, Carlos Negreira, expresaba su confianza en que la licitación de este proyecto fuese efectuada antes de las elecciones municipales, pero el 24 de mayo pasó sin que se anunciase ese trámite y sin que se realizase el previo de las expropiaciones. Entre los terrenos necesarios para la ampliación de la avenida figuran los de la vivienda que fue desalojada el pasado 27 de noviembre tras haberse encerrado en ella sus propietarios y varios activista antidesahucios. La casa estaba afectada inicialmente por el proyecto del parque ofimático, pero también se apuntó a que era urgente su derribo para permitir las obras de Alfonso Molina que, seis meses después, ni siquiera se han licitado.

Esta actuación fue anunciada por primera vez en 2009 y al año siguiente se fijó 2012 como la fecha en la que se pondría en marcha. Con la llegada del PP al Gobierno central, Negreira llegó a asegurar que los primeros trabajos se acometerían en 2014, aunque luego tuvo que rectificar para posponer el inicio de las obras hasta la conclusión de la tercera ronda. Pese a que esa vía ya entró en servicio el mes pasado, sigue sin saberse cuándo se abrirá el proceso de licitación y cuándo se adquirirán los terrenos. Los trabajos serán costeados por Autopistas del Atlántico como compensación por la ampliación de su concesión e incluyen una pasarela peatonal en Pedralonga.