Las mareas impiden faenar a los mariscadores de la ría de O Burgo hasta el próximo mes de junio. "Son muy malas y no podemos trabajar. A ver si el día 1 podemos bajar, siempre que no haya toxina ni hidrocarburos", señala uno de los portavoces de los mariscadores, Manuel Baldomir, quien se queja de las pérdidas económicas que les ocasiona la contaminación de las aguas. El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) autorizó el pasado viernes la reapertura de la ría al marisqueo tras resultar positivo el contraanálisis realizado en las aguas.

Los afectados, sin embargo, no podrán faenar debido a las mareas. Este mes no trabajaron, ya que la toxina lipofílica, antes conocida como diarreica, obligó a prohibir la actividad el pasado 6 de mayo. La presencia de esta toxina es común en esta época del año y que, para eliminarla, al ser una contaminación natural, hay que esperar a que el marisco la depure. En el mes de abril los niveles de hidrocarburos bajaron y los mariscadores pudieron volver a la ría el día 6. Unos días después, un vertido de un producto petroquímico provocó el cierre del estuario. Cada jornada de trabajo que no pueden realizar capturas, según los miembros del colectivo, cada uno pierde alrededor de 80 euros. En total, las pérdidas rondan los 80.800 euros.

Los 59 mariscadores a pie y 42 a flote que tienen licencia para faenar en O Burgo denuncian que pagan 200 euros mensuales por la cotización de autónomos y que, en lo que va de año, solo han podido trabajar la mitad de los días, debido, fundamentalmente, a vertidos de toxinas e hidrocarburos. Los perjudicados exigen a las administraciones que investiguen el origen de los derrames a la ría, al tiempo que recuerdan que la Consellería do Mar fue "incapaz" de identificar la causa de algunos de los vertidos contaminantes de los últimos meses. Los perjudicados reclamaron en varias ocasiones a las administraciones que se habiliten ayudas para paliar las pérdidas económicas que están padeciendo por estos cierres ajenos a su voluntad y a su actividad.

La Autoridad Portuaria solo reconoció dos vertidos contaminantes en casi tres años y medio. En 2014, la entidad abrió un expediente por el vertido de un compresor en el muelle de Linares Rivas y, ya este ejercicio, investigó un derrame de aguas residuales en el interior del puerto. Los productos contaminantes, según la Autoridad Portuaria, procedían de un barco, al que se le abrió también un expediente.

El vertido registrado el pasado 24 de abril, según las conclusiones de la investigación llevada a cabo por agentes de la Guardia Civil, fue provocado por una persona que presuntamente derramó hidrocarburos por una alcantarilla del Ayuntamiento de Oleiros. Entonces, sí que fue necesario aplicar métodos anticontaminación para limpiar el líquido.

Baldomir, denunció que, cuanto más se acercan los puntos de muestreo a la refinería, más suben los valores de hidrocarburos. La empresa, sin embargo, negó que se produzcan vertidos a las aguas coruñesas desde sus instalaciones. La directora del órgano encargado de realizar los análisis de los moluscos, el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño, Intecmar, Covadonga Salgado, achacó el cierre de la ría al cambio de la legislación comunitaria, ya que hace un año, estos valores de hidrocarburos en el marisco entraban dentro de la norma y por eso se podían extraer.