Nueve días después de saber que no revalidaría el mandato municipal, el PP desbloquea el proceso de traspaso de sus poderes así como la gestión interna de su pérdida de apoyo electoral. Una reunión del alcalde en funciones, Carlos Negreira, con el líder de Marea Atlántica, Xulio Ferreiro, y los portavoces del PSOE, Mar Barcón, y el BNG, Xosé Manuel Carril, activó ayer por la mañana los primeros pasos de un relevo en el Ayuntamiento para llevar a cabo una "salida ordenada" dotada de "transparencia" y a "no comprometer absolutamente nada" para el nuevo Ejecutivo local. Por la tarde, el partido celebró la reunión de su junta directiva en la que Negreira, como presidente provincial de la formación pidió "tranquilidad" antes de llevar a cabo ningún cambio.

Menos claro fue el regidor en funciones al responder preguntas sobre su futuro como líder de la oposición. Dio a entender que el grupo del PP votará a su candidato electoral en el pleno del investidura del 13 de junio -"fue el más votado en las elecciones", recordó de sí mismo-, pero sin asegurar que desde ese día él vaya a formar parte de la próxima Corporación municipal. "Ahora toca tomar decisiones en un periodo ordenado. Lo importante no son las personas, sino que la ciudad funcione", contestó.

Negreira supo ayer que Marea contará al menos con el apoyo del PSOE en la investidura, como los socialistas ya habían adelantado días antes tras conocer el resultado de las municipales. Con ese respaldo asegurado, el regidor en funciones informó a Ferreiro de que, para empezar, el Gobierno en funciones no va a condicionar su desembarco en el palacio de María Pita con la adjudicación de servicios ni con el inicio de procesos de contratación, "salvo lo que resulte absolutamente imprescindible para el normal funcionamiento" del Concello.

El "alcalde saliente" -como llamó a Negreira más tarde la portavoz socialista, Mar Barcón, tras el encuentro que mantuvieron en el ayuntamiento- también propuso a todos los grupos municipales la creación de una comisión de seguimiento para encargarse de cualquier posible eventualidad que surgiese antes de la investidura con el fin de que quede garantizado el correcto funcionamiento de la ciudad.

Para completar las tareas de los próximos días, las diferentes concejalías remitirán entre hoy y mañana a los responsables del nuevo Gobierno local informes de sus respectivos departamentos con toda la documentación que sus sucesores estimen oportuna. "He quedado a disposición del señor Ferreiro para cualquier cosa", se ofreció Carlos Negreira.

Anunciadas estas tres medidas inmediatas, Marea encarrila ahora su estructura de Gobierno local, un equipo con diez concejales que podría estar definido ya esta semana, según afirmó Xulio Ferreiro ayer antes de la intervención de Negreira. Con la opción principal de gobernar en solitario, pero con la puerta abierta a otras fórmulas dependientes de acuerdos que el candidato de Marea -señaló- expondrá a los portavoces de los demás grupos municipales también esta semana.

Negreira evitó mencionar algunos de los temas de ámbito municipal que trató en la reunión con Ferreiro, quien sí los avanzó al atender a los medios: desde lo más inmediato como las fiestas del verano y las de San Juan, a asuntos más complejos como Nostián, Someso o las obras de la Marina. "Hablamos en general, nada en concreto", matizó el líder de Marea.

La misma incertidumbre que Negreira crea respecto a su futuro como líder de la oposición los próximos cuatro años la traslada a su cargo como presidente del PP en la provincia. Por la mañana remitió al desarrollo de la junta directiva de los populares en A Coruña que se celebró por la tarde en un hotel coruñés para tratar el asunto, aunque ni antes ni después de esta cita compareció antes los medios para dar pistas sobre su decisión.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sí comentó a su entrada al encuentro que el PP iniciará de forma inmediata un nuevo ciclo político en el que concretará "cambios" significativos, aunque optó por no citar nombres ni ayuntamientos. "Si queremos seguir siendo los primeros, ganando las elecciones, las municipales, las generales y las autonómicas, vamos a hacer cambios de políticas, de actitudes y de equipos", dijo Feijóo, que asistió acompañado por los alcaldes en funciones de A Coruña, Carlos Negreira, de Santiago, Agustín Hernández, y de Ferrol, José Manuel Rey Varela, entre otros cargos populares.

Según informaron fuentes populares, la junta directiva no contó con grandes dosis de autocrítica por parte del presidente y el secretario provincial, Negreira y Diego Calvo. Pese a la lamentaciones en algún corrillo, pocos tomaron la palabra para reprochar el resultado electoral.

Los líderes populares que tomaron la palabra achacaron la pérdida de votos a la abstención de su electorado tradicional, algo de lo que culpan al desgaste de la marca PP a nivel estatal como consecuencia de las políticas de austeridad y los casos de corrupción. Al margen de estos aspectos generales, apenas hubo análisis sobre los factores locales que pudieron favorecer el desplome. Algún alcalde llamó a "pisar más calle".

Lejos de tomar decisiones inmediatas, Negreira llamó a analizar "fríamente" los resultados y actuar con "tranquilidad". El presidente de la Diputación , Diego Calvo, defendió que ésta fue una de las campañas "en la que más se trabajó".