El concejal de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, hizo ayer por la tarde su primera visita a las obras de la Marina, su primer acto público tras tomar posesión. Acompañado de uno de sus jefes de servicio, el edil aseguró que el Gobierno pretende llevar a cabo "pequeñas modificaciones" en el proyecto para "naturalizar" la zona.

Aunque los posibles cambios reconoció que tendrán que ser analizados "con calma", uno de los objetivos prioritarios será aumentar las zonas de sombra. "Es una explanada importante, en agosto va a petar el sol y lo que queremos es que se pueda utilizar con la mejor comodidad posible", recalcó. La solución que se busque, eso sí, será "de muy bajo coste" y se adoptará después de, en la medida de lo posible, "recoger opiniones" entre los usuarios de la zona.

En la visita realizada ayer al espacio de la Marina que todavía permanece en obras no asistió ningún representante de la Autoridad Portuaria, la responsable de la ejecución de los trabajos. "Estos días quedaremos con el Puerto", manifestó en alusión a un encuentro para el que todavía no hay fecha y en el que Varela espera confirmar algunos detalles de urbanización referidos a las canaletas, los equipamientos del parque infantil o los espacios destinados a actividades de hostelería.

Sobre los plazos de finalización, el concejal de Rexeneración Urbana aseguró que el nuevo Gobierno no baraja en ningún caso la posibilidad de no acabar las obras y confía en que en la reunión con la Autoridad Portuaria se le traslade una fecha para poner fin a la urbanización.

Sobre la pasarela que incluía el proyecto inicial, una infraestructura valorada en 633.000 euros cuya única finalidad sería poder tocar el mar, Varela aseguró que se trata de un "lujo prescindible" y se mostró a favor de que no se instale, tal y como, afirmó, recoge la última modificación introducida en el proyecto.