El Agra do Orzán busca su lugar en la ciudad y en el mundo. La iniciativa Agra Civis, desarrollada por seis colectivos que trabajan en el barrio, ha realizado en los últimos meses encuestas entre sus vecinos para ver cómo se puede mejorar el barrio a través de la "participación activa". Un proyecto que echó a andar en 2014 y que inicia ahora una nueva etapa, las llamadas Mesas Vecinales -cultura, economía y empleo, y espacios y convivencia-. Comenzarán a lo largo del mes de julio. Los responsables del proyecto dieron a conocer ayer en As Conchiñas el resultado del diagnóstico vecinal hecho a través de centros educativos, el centro de salud, organizaciones de inmigrantes y de comerciantes.

Uno de los análisis de este "diagnóstico participativo del Agra" gira en torno a la economía y al empleo, partiendo de la base de que la renta media familiar del barrio es ocho veces menor que la del centro. El comercio se ve "en declive, aunque resiste mucho pequeño comercio". "Cada vez se ven más locales vacíos y los nuevos negocios no duran", recoge el informe sobre la percepción de los residentes y empresarios en Agra, que siguen reprochando las consecuencias de la política comercial de Concello y Xunta en los últimos años: "Sufrimos la competencia de las grandes áreas comerciales, se les permitió asfixiarnos".

En cuanto al empleo, el informe concluye que se vive "una situación de discriminación por parte del Ayuntamiento hacia el barrio" y que hace falta "más diálogo" del Concello con los vecinos, personas en situación de desempleo o emprendedores. "Hay desconocimiento de sus problemáticas y dificultades y trabas para iniciar actividades económicas", añade el documento, cuyos participantes creen que lo que pagan en impuestos como el barrio más poblado de la ciudad "no revierte" en ellos.

Pero no todo es negativo. Se ven como puntos fuertes el pequeño comercio y la posibilidad de "explotar la multiculturalidad que tienen" para crear "identidad de barro y sentimiento de pertenencia". "Hay que sacar a la gente a la calle con actividades; si la gente no sale a pasear, no puedes potenciar la economía del barrio, hay que hacerlo atractivo", añaden.

Los espacios y la convivencia protagonizan otra parte del sondeo, cuyos participantes opinan que necesitan "más espacios verdes y de encuentro vecinal, lugares para actividades culturales y deportivas y para niños y jóvenes".

Los mayores ponen el acento en que hay muchas personas aisladas en viviendas sin ascensor y que la gente mayor solo tiene la calle Barcelona: "y vamos a codazos". Los inmigrantes piensan que "la gente española conoce poco" su cultura y "para convivir hay que conocerse". "No hay integración verdadera", perciben. Los jóvenes admiten que van a otros barrios "a quedar, hacer deporte o compras". "No hay actividades para nosotros, ni sitios donde estar tranquilos sin que nos echen", opinan, al tiempo que reclama que se les escuche.

Entre los puntos fuertes, la zona del Observatorio, que se debería potenciar, al igual que el mercado. Sobre la actividad cultural, opinan que el Ágora tiene que crear "más sinergias" con la gente del barrio y que desde María Pita se planifica sin contar con ellos. Creen que hay un "tejido cultural muy importante" pero que tiene que conectar con el resto del tejido del Agra do Orzán.