La Ciudad Vieja se vestirá de medievo, una vez más, a finales del mes de julio. Entre el martes 21 y el domingo 26 del mes que viene, la Feira das Marabillas, que celebra su XXI edición, volverá a las calles del casco histórico coruñés. Solo falta la firma del convenio entre el Concello y Aceca, la asociación de comerciantes del barrio, para que pueda comenzar la organización del programa de estas jornadas festivas.

El presidente de Aceca, Adolfo López, espera que la firma se realice "lo antes posible", ya que tienen que "ponerse a trabajar" para gestionar las solicitudes de venta de los feriantes, la cartelería... López, que hoy ha ultimado este asunto con el concelleiro de Cultura, José Manuel Sande, afirma que llevan "tres meses intentando firmar el convenio". En su opinión, si todo estuviese arreglado ya con el anterior gobierno, ahora estarían "trabajando para adelante", ya que, "logísticamente", la preparación de todo este asunto es "una barbaridad".

Aunque para López la incidencia de la feria en la actividad comercial de la zona es muy grande, la Asociación de Vecinos de la Ciudad Vieja ha criticado en diversas ocasiones que este acontecimiento tenga lugar dentro del casco histórico. En un comunicado del año pasado, la asociación señalaba que esta fiesta "no deja beneficio económico ni a la ciudad ni a los residentes" y que "usurpa la intimidad de los vecinos", además de mostrar sus quejas por los problemas que les ocasiona la feria a la hora de estacionar en la zona. Sobre este tema, el presidente de Aceca afirma que ellos no tienen "capacidad sobre la policía ni sobre los aparcamientos" y remite al propio Concello para la solución del asunto.

Este año, además, las críticas a Aceca han llegado también por parte de la Asociación Provincial de Palilleiras de A Coruña. En una carta abierta enviada al periódico y firmada por su presidenta, Carmiña Campos, las palilleiras afirman que muchas de las peticiones que Adolfo López les ha realizado de cara a su participación en la feria, en su opinión, "sobran". Es el caso, por ejemplo, de trámites administrativos como la presentación del carné de manipulación de alimentos. Destacan, además que son una "asociación cultural sin ánimo de lucro y de utilidad pública". López, por su parte, indica que a ellos se les exige, "legalmente, una serie de requisitos", que la inspección de trabajo "pasa todos los días" y que si alguien hace actividad comercial en la feria "tiene que estar al día".

Sea como fuere, todo indica que a partir del martes 21 la Ciudad Vieja se volverá a llenar de estandartes de colores, espectáculos con fuego y comidas especiadas. Habrá que ver a qué partes y a cuáles no acabará por contentar, finalmente, la organización de este año.