El volumen de pérdidas registradas por la Autoridad Portuaria en los últimos años, elevado a 4,2 millones de euros a la conclusión del ejercicio de 2014, se justifica, según señala el organismo, "por las amortizaciones y los gastos financieros generados por los créditos contraídos para sufragar la construcción del puerto exterior". Los préstamos a los que la entidad debe hacer frente proceden de Puertos del Estado y del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Son de 200 y 126,4 millones, respectivamente. Hasta 2013 el Puerto había pagado 4,53 millones en intereses correspondientes al primer crédito y 645.000 euros al segundo; al cierre del ejercicio del año pasado tendría que haber abonado a la entidad europea otra cuota de 2,94 millones. Serían 8,1 millones de euros devueltos, cifra que equivale al 2,4% de la cuantía total concedida en préstamo a la Autoridad Portuaria para las obras en punta Langosteira.

El organismo coruñés tiene hasta el año 2031 para pagar su deuda con el BEI y hasta 2051 con Puertos del Estado. No son los únicos orígenes de aportaciones financieras para costear la dársena exterior: además ha recibido una ayuda estructural por valor de 277,5 millones de euros procedente del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), y prevé contar con otra subvención del programa Conectar Europa de la Unión Europea para el acceso ferroviario a Langosteira, aunque la cantidad se desconoce y el plan estudia destinar 34 millones entre los puertos gallegos. Estas dos inyecciones económicas no son créditos, por lo que la Autoridad Portuaria no está obligada a devolverlas.

De los 200 millones concertados en 2011 que el Puerto debe abonar al Estado en un plazo de 40 años no amortizará capital en la primera década, solo intereses. A partir de julio de 2021 sí tendrá que devolver el importe del préstamo más los intereses en 60 cuotas iguales y consecutivas cada seis meses hasta su amortización total. Hasta 2013 había pagado 4,53 millones; el organismo no informa sobre la cantidad abonada al cierre de 2014.

El crédito suscrito en 2006 con la institución bancaria de la Unión Europea (UE) con una vigencia de 25 años obliga a la entidad portuaria a cubrir la deuda con pagos de entre 5,3 y 6,5 millones de euros entre 2014 y 2018; a partir del año siguiente y hasta 2031 el Puerto deberá devolver más de 105 millones. El Puerto estaba obligado a desembolsar 2,94 millones de este préstamo total de 126,4 millones correspondientes al pasado ejercicio, aunque no lo ha confirmado.

El organismo que preside Enrique Losada advirtió este martes tras la celebración de su consejo de administración que las pérdidas ocasionadas por las inversiones hechas en las instalaciones del puerto exterior generan una "elevada deuda" que asume la entidad, por lo que prevé que en los próximos años los gastos financieros y las amortizaciones sigan provocando resultados negativos.

Además el Puerto debe destinar otros 24 millones de euros a la compañía petrolera Repsol en concepto de indemnización por el traslado de las instalaciones que tiene en los muelles interiores a los de punta Langosteira, recordó Losada. El final de esta operación está previsto para comienzos de 2018.

La Autoridad Portuaria calculaba a finales del año pasado que desde 2004 se habían invertido unos 600 millones de euros en la construcción del puerto exterior con fondos nacionales y recursos europeos. Para financiar la gran infraestructura portuaria la entidad pretende vender a partir de 2017 los muelles del puerto urbano que próximamente queden sin uso, aunque ello dependerá de la evolución del sector inmobiliario y también se ha encontrado con la oposición del Gobierno local, reacio a la venta.

Esa fecha anunciada por el propio Losada a finales de 2014 se adelanta cuatro años al año, 2021, a partir del cual el Puerto comenzará a devolver los 200 millones de euros que ha percibido del Estado.